La última orden de Dídac Sinmás

Dídac Sinmás 2 Hoy nos acompaña Dídac Sinmás, un poeta que juega con el lenguaje, se inventa formatos curiosos para difundir su poesía pero que, sobre todo, es muy consciente del mundo en el que vive. Prueba de ello es su pertenencia al grupo de los Bio-Lentos, una plataforma de poesía social que mete el dedo en la llaga porque hay que hacerlo. Y si te pica, pues te rascas. Una de sus ideas más divertidas es el Recitol Complex, un proyecto de difusión de sus textos en unas curiosas cajas de “medicamentos”. Con este proyecto, el poeta espera que nueva gente se acerque a la poesía. Este producto no tiene efectos secundarios y se puede encontrar en las librerías PEQUOD LLIBRES (c/Milà i Fontanals, 59) y NOLLEGIU (c/Amistat, 20) de barcelona. Podéis seguir estas y otras actividades por Facebook o bien a través de su blog, ¡Qué bello es cribir!   Además, Dídac ha aceptado someterse a nuestra entrevistaca:   ¿Por qué poesía? ¿Y por qué no? Cada poema es un mundo, y cada vez que lo lees un mundo diferente. Llevo poco tiempo con la poesía. Hasta hace tres años había leído muy poca poesía, siempre me ha gustado mucho leer, y cuando empecé a escribir me decanté por la prosa. Pero poco a poco vi que los poemas y el lenguaje poético me ofrecían mucha más versatilidad y libertad para expresarme y desde entonces sigo cayendo por un pozo sin fondo. Cuanto más leía y profundizaba en el mundo poético de Barcelona más quería saber sobre lo que se estaba haciendo y se había hecho. Es lo mejor que me ha pasado en este periodo, la gente que he conocido, los poetas que he descubierto y una pasión que absorbe gran parte de mi tiempo.   ¿Hacia dónde va tu poesía? Pues no lo sé, y prefiero que me sorprenda. Creo que la poesía, como cualquier arte, tiene que ser incómoda, plantear preguntas. Mi manera de hacerlo es que me incomode a mí mismo. Intento hablar de lo que me rodea y preocupa, describir lo que siento, esperando que mucha otra gente comparta esas mismas preocupaciones. Es lo que intentamos hacer con los Bio-Lentos, Poesía al rescate, proyecto del que estoy muy contento. Por otra parte me gusta jugar con el lenguaje y también usar un lenguaje figurado, que el poema pueda visualizarse como una imagen. Otras veces tiendo a un lenguaje más directo y descriptivo. Intento huir de la rima y la métrica, aunque a veces ayuda para desatascarse. Creo que es el propio poema el que te va llevando por donde quiere. En cierta manera aún me siento buscando ese “yo poético”.   ¿Qué poetas te han influenciado más? Primero tengo que mencionar al desaparecido Xavier Sabater. En su Kabaret Obert fue donde recité por primera vez en público, y su apoyo y consejos me han ayudado mucho. El empezar a ir a recitales también me hizo plantear la cuestión escénica del poema, y en cada uno de ellos aprendo algo. Por mencionar a algunos, Mag Márquez, Dante Alarido y David Trashumante. De mis lecturas, Nicanor Parra, Eduardo Galeano, Jesús Lizano…   ¿Cuál es tu poeta actual preferido y por qué? Difícil pregunta. Mencionaría a Ana Pérez Cañamares, sus poemas

son cargas de profundidad. Me asombra la aparente facilidad con la que retrata la realidad a partir de pequeñas cosas. Nunca me deja indiferente. Y también me gusta mucha la poesía de Olga Domínguez. Sobre todo el ritmo de sus poemas, empiezas a leer uno y es como si te deslizaras solo a través de él.   A continuación, te dejamos con algunos de sus poemas y con un vídeo donde le puedes ver recitar en directo: Última orden Mañana al desapuntar al alba todas las órdenes serán ejecutadas ésta es pues la última orden: desobedezcan.   Los bordes del precipicio Tienen las alturas dos formas de medirse; abocado al vacío, desde la cima o desde el fondo del abismo en la vertical una flor desafía la gravedad una ave pone un huevo y alza el vuelo defeca al fondo del abismo y sube a la cima en busca del cazador La flor se marchita sin nadie que la mire.   Los diferentes Los diferentes pasean por tus mismas calles se sientan en tus mismos bancos llegan tarde en el mismo metro los diferentes también llevan a sus hijos igual de diferentes al mismo colegio que los tuyos y allí usan los mismos libros y juegan y se ensucian juntos los diferentes sacan a pasear sus diferencias como si de mascotas de las que enorgullecerse se trataran y ríen por la calle y hablan en el autobús ¡y comen cuando tienen hambre! ¡y beben cuando tienen sed! los diferentes no siempre están tranquilos a veces los ves preocupados cuando por la calle ven a otros más diferentes que ellos haciendo las mismas cosas y en los mismos sitios los diferentes van al paro son desahuciados de sus casas y hacen cola, con sus diferencias en tus mismas oficinas también hay diferentes con trabajo y con casa en tu misma empresa en tu mismo barrio los diferentes, que tienen la fea costumbre de enfermar que sudan que gritan que mueren los diferentes, ¿en qué? Maldigo al pino Maldigo al pino que me impide ver el sol el mismo pino bajo cuya sombra me cobijo.   Génesis interruptus -¡Ábrete de versos!- dijo la novela al poema y hubiera nacido la proesía de no ser por la promiscuidad del novelista y la terquedad del poeta.    

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