Jordi Maranges presenta Allau en Barcelona

Jordi Maranges viene a Barcelona desde Mallorca a presentar alguna de las canciones de su último disco Allau, en clave intimista, también desgranará perlas de su repertorio habitual en un showcase intenso y vibrante que plantea reflexiones sobre género, relaciones afectivas y activismo. Será este jueves 15 a las 20.30 en La Casa de la Pradera (C/ Carretes, 57) en el Raval. Hablamos con él antes de su concierto.

Cartel del concierto de Jordi Maranges en Barcelona presentando su nuevo disco Allau

¿Por qué este título? ¿Qué significa Allau para ti?

Allau significa alud o avalancha en catalán, me gustaba la idea de utilizar ese concepto como título, una bola emocional y sonora que se va haciendo grande mientras cae por una pendiente…Además la sonoridad es bonita, ¿no crees?  Por otro lado, Allau, era una canción que, en un principio, iba a formar parte del disco pero que al final, por diferentes motivos, no entró. Poner su nombre como título era una especie de homenaje póstumo a esa posibilidad de canción que nunca se materializó.

¿Qué es lo que te inspira a la hora de componer una canción? ¿Nace primero la letra o la música?

En mi caso suelo empezar con una melodía o idea melódica (tal vez algo que he silbado o canturreado mientras limpio la casa), pero a veces sucede que una historia o idea, ya sea política, amorosa o de otra índole, me fuerzan a buscar una melodía. Es decir, depende de cada canción. las fuentes de inspiración son un poco misteriosas e intento mantenerlas en ese misterio…

El disco cuenta con dos colaboraciones poéticas de dos poetas mallorquines, “El gresol” poema de Aina Riera Serra (galardonada con el premio Pollença 2021) y “Un adolescent en patí” poema de Marcos Augusto Lladó (autor de los celebrados Barriga y Suceden Tardes). ¿Por qué escogiste estos poemas en concreto? ¿Qué es lo que te llama de ellos?

Aina Riera disecciona el fin de una relación amorosa desde la aceptación, desde la capacidad de convertir esa experiencia traumática en algo hermoso y edificante. Me pareció un buen poema que además sintonizaba con una experiencia personal muy parecida que viví en esos momentos, me costó muy poco musicarlo. En el caso de “Un adolescent va en patí” el proceso fue mucho más laborioso. Me fascinó ese poema porque entronca con una sensibilidad trágica muy en la línea de Gil de Biedma, pero con toques pop. En mi mente siempre vi a Aschenbach de Muerte en Venecia, pero actuando en una peli de Gus Van Sant. Empecé componiendo una melodía muy barroca, como de musical, pero no iba a ningún lado. Un día, casi sin querer, jugando con bases electrónicas, vi que el revestimiento electro le quedaba mucho mejor. A partir de ahí empecé a trabajar.

¿Cuál es tu relación personal con la poesía? ¿Son tus letras en cierta manera poemas?

No lo creo. Mis letras funcionan únicamente acompañadas por la música, sin embargo, un poema es autónomo, es un artefacto que funciona por sí mismo…son cosas diferentes. Por otro lado, me gusta la poesía, pero no soy ni un experto ni un gran lector de poesía. Aun así, hay autorxs que me encantan y me han acompañado desde siempre como Alda Merini, Blai Bonet, Jean Genet, Rimbaud o Lorca…

El disco también incluye un homenaje a Maria del Mar Bonet, a través del poema de Gabriel Alomar “Estrofa al vent”, ¿qué significa Maria del Mar Bonet para ti?

Tiene una voz privilegiada y ha hecho cosas muy grandes durante el tardofranquismo y gran parte de los 70s…ahora tiene una posición un tanto anquilosada, como de dinosaurio de la world music mediterránea y guardiana de la sacrosanta llengua catalana, pero sigue haciendo discos, algunos muy buenos, y directos increíbles….además, me encanta su lado esquivo, no aparece demasiado en medios, se conoce poco de su vida y eso siempre es interesante, ¿no?….

Allau viene en formato libro/disco, es una apuesta arriesgada ahora que lo físico parece que interesa menos. Explícanos en qué consiste el libro y por qué decidiste darle este formato.

Fonart, la promotora que lo ha editado y con la que estoy trabajando durante este año, me sugirió la idea precisamente para paliar ese vacío que genera lo digital. Nos parecía bonito agrupar todas las fotos que me ha ido haciendo Daniel Piquer en un librito y completarlo con los textos del disco y otras reflexiones.

Tus discos mezclan folk, pop y synth. Tienes canciones muy tranquilas, pero otras también muy bailables. ¿Qué es lo que te atrae de la mezcla de estos tres estilos tan diferentes?

Me gusta música muy diversa, padezco una enfermedad llamada curiosidad y a lo largo de mi trayectoria he ido experimentando con diferentes géneros y sonoridades cosa que, francamente, me ha pasado factura pues el mercado exige productos fáciles de identificar y clasificar, cualquier desafío a esa norma es penalizada con la invisibilidad, ¡también en eso soy muy queer y bicho raro! Jajaa!  Es un tema que tiene que ver con las identidades fijas que el mercado necesita para convertirlas en producto de consumo. No sé, la gente necesita ubicarte en un género, nicho o tendencia, desconfían de aquello que se presenta como inclasificable. Por ejemplo, gran parte de mi repertorio gira en torno a la experiencia homosexual y sus problemáticas, pero no encajo en los estereotipos LGBT de música pues soy demasiado serio y snob para los gays y demasiado gay para los heteros…

¿Cómo fue el proceso de grabación del disco? ¿Muy diferente de tus anteriores trabajos?

Trabajé mucho en casa. Gran parte de los sonidos los grabé de forma autónoma con mi pequeño equipo, esa autonomía casi completa es una novedad con respecto a otras grabaciones. Las voces y las mezclas finales las grabé en un estudio junto a Michael Mesquida, con quien trabajo desde hace tiempo.

¿Cómo serán los directos de Allau? ¿qué podremos ver en La Casa de la Pradera?

Intento que todos mis directos tengan algo de ritual, de pequeña celebración pagana, me encanta la performance y el cabaret y suelo utilizar esos recursos para mis conciertos…En escenarios grandes voy acompañado por dos músicos más (Diego Iribe y Bel Miquel), en otros más pequeños vengo solo con un set de piano/voz y bases/sintetizador. Para la Casa de la Pradera tengo preparado un showcase más íntimo y semi-acústico, aunque también haré alguna canción bailable y electrónica. En esta ocasión vendré sin mis músicos, pero tendré dos invitados de lujo (los nombre no los puedo revelar) con quienes haré dos versiones y charlaremos sobre temas de actualidad. Será un concierto íntimo, ¡pero también divertido!

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