Hanna. T2. ¿Quién soy?

Ya en la primera temporada nos atrapó esta joven asesina que huye de sus captores ayudada por su padre Erik. Pero ahora en esta segunda, la pequeña Hanna se desata. Atención hay spóilers de la primera temporada. Hanna (Esme Creed-Miles) ha sido entrenada desde pequeña por su padre (Joel Kinnaman) en un bosque, sin contacto con el resto del mundo, aislada pero perfectamente preparada para matar en caso de necesitar defenderse. La están persiguiendo. Una vez los encuentran, Hanna deberá huir y encontrarse con el mundo con el que no ha tenido ningún contacto, un mundo al que desconoce y de paso, encontrarse a sí misma, porque Hanna tiene muchas preguntas.

Esme Creed-Miles y Yasmin Monet Prince en una escena de Hanna

Ahí es cuando descubrimos que Hanna forma parte de un programa ultrasecreto llamado Utrax que crea supersoldados adolescentes con niñas que manipula genéticamente desde que son embriones y a las que entrena para matar. Su padre Erik Heller la salvó y se la llevó lejos de todo aquello. Pero el pasado siempre vuelve y te marca para siempre aunque quieras huir.

Esme Creed-Miles en una escena de Hanna

En esta segunda temporada, Hanna se enfrentará de lleno a Utrax y conoceremos a las otras adolescentes que forman parte del programa. Mireille Enos que como Marissa Wiegler había perseguido incansablemente a Hanna en la primera temporada, ahora es su mejor aliada. Ella y su imperturbable semblante y esa sonrisa que a ratos puede ser tan escalofriante. Es una gran actriz y se nota. La acción se traslada de Rumanía donde entrenan a las futuras soldados a Londres y sobre todo Barcelona, gran protagonista de los últimos capítulos de la temporada. Da gusto ver la ciudad y lo reconocible que es. Tuve el placer de asistir al rodaje y ver la preparación de una de las escenas clave del final. Y es asombroso ver el resultado final en la pantalla. Las coreografías de acción merecen la pena.

Mireille Enos y Esme Creed-Miles en una escena de Hanna.

La primera temporada de la serie no estaba mal aunque parecía que iba un poco sin rumbo, pero esta segunda se ha centrado de pleno en la historia de las reclutas y ha ganado enteros. La búsqueda de la identidad, las crisis de adolescencia, los problemas familiares. Porque esta serie va de la familia, la que te toca y la que eliges. Los personajes de las chicas están más perfilados y la acción se divide entre varias de las mismas junto a Hanna, entre ellas Clara o la sujeto 249 (Yasmin Monet Prince) con la que terminaba la temporada anterior o la inquietante y la aparentemente perfecta Sandy (Áine Rose Daly). Se incorpora el personaje de John Carmichael (Dermot Mulroney) como uno de los capos de Utrax. Una de las premisas de Utrax para utilizar chicas en este programa es que nadie temerá ni sospechará nada de una adolescente. Y el truco les ha salido bien, porque es cierto. Se aprovechan de esa supuesta debilidad y le dan la vuelta. Esta chicas son letales, están entrenadas para ello. Da gusto ver a tantas mujeres protagonistas y acaparando escenas de acción.

Áine Rose Daly y Dermot Mulroney en una escena de la serie Hanna. Aparecen tomando algo en una terraza en Barcelona.

Reconozco que los primeros capítulos de ambas temporadas son los que más me han costado de la serie pero luego la acción se vuelve frenética y te engancha hasta el final. Si os gustan las series de espías y de acción, Hanna os interesa. Ya solo por ver a Esme Creed-Miles dándolo todo, merece la pena. Pero no es solo una serie con acción a raudales, que la tiene, sino que versa mucho sobre la propia identidad, la confianza y encontrarse a una misma ante las expectativas de lo que los demás, el mundo, tu familia, tus amigas, unos desalmados que experimentan contigo, esperan de ti. La podéis ver ya en Amazon Prime.

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