Ajuste de versos presenta: Poeta a la luna
Ser un amante de la poesía en una ciudad como Barcelona es como para estar siempre de celebración. Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pues yo me atrevo a decir que lo bueno, si abundante, mil veces bueno. Como si no tuviéramos suficiente con la profusa oferta poética de la ciudad, con sus múltiples recitales, jams de poéticas, slams y demás, siguen apareciendo iniciativas que amenazan a nuestras agendas con múltiples infartos de miocardio.
La buena gente del Club Cronopios organiza desde hace unos meses una cosa llamada Ajuste de Versos, que parte del concepto del poetry slam, pero le da una vuelta de tuerca.
Ayer fue la primera vez que asistí a un Ajuste de Versos, y me encontré con una versión distinta del que han estado haciendo hasta ahora. Normalmente el Ajuste de Versos se basa en las puntuaciones del público y en las apreciaciones de un jurado. Pero es que ayer era luna llena, y los organizadores (Daniel Martínez Bauzá y Pabl Owski) decidieron jugar con el formato.
Ocho participantes, un presentador, tres miembros del jurado,un público abundante y una atmósfera cálida. Estos fueron los ingredientes de la noche de ayer. Pero lo más interesante fue la dinámica del recital.
Los ocho poetas participantes fueron Juan Simón, Sexy Mero, David García, Ramón Buj, Hector Huve, Lucía Ros, Carles Sanchís y Domenikus (en la foto).
Uno a uno, cada uno de los ocho participantes hicieron su número poético, que en esta ocasión no estaba limitado por el tiempo. A continuación, el jurado deliberó y eligió a sus preferidos. La fórmula elegida para definir el criterio fue: ¿Con cuál de estos poetas te irías a tomar un café?
La gran aportación de este formato es el diálogo que se establece entre los poetas y el presentador, el jurado y el público. Por ejemplo, cuando el jurado eligió a sus cuatro preferidos (Juan Simón, Ramón Buj, Hector Huve y Domenikus), se hizo subir al escenario a los otros cuatro para hacerles igualmente una crítica constructiva, sobre la que ellos pudieron opinar.
A continuación salieron a escena de nuevo los cuatro seleccionados, que presentaron otro texto. En esta segunda ronda, después de cada actuación el poeta se quedaba en escena y empezaba un breve coloquio entre el poeta, el presentador (Daniel Martínez Bauzá) y el jurado, con algunas aportaciones también del público.
Estos pequeños coloquios destacaron por su honestidad, por la generosidad de los poetas y por el carácter incisivo del jurado. Resulta tremendamente interesante ver al poeta desnudarse ante las preguntas.
Además, en este formato no hay ganador. El objetivo es llegar compartir versos y adentrarse un poco más en el universo creativo de los poetas. Desde Culturaca queremos felicitar a Daniel Martínez Bauzá y Pabl Owski por esta gran iniciativa, que esperamos volver a ver pronto.