White Bouncing Castle: la coreografía de la diversión

White Bouncing Castle
William Forsythe, Dana Caspersen y Joel Ryan
Ciclo Foreign Affairs de la Berliner Festspiele

Que nadie se engañe, esto no es un museo.

Pues sí. El nombre lo dice todo: un castillo hinchable blanco. Sí, como uno de esos castillos que más de uno recordará de las ferias de su infancia, donde se pagaba una entrada y se podía estar botando de forma incesante hasta que la cabeza daba vueltas o los padres decían que había llegado la hora de irse a casa. Sólo que esta vez quién juega son esas criaturas que algunos conocen como ‘adultos’. Pero las apariencias engañan: lo que parece una mera diversión infantil puede convertirse en todo un elemento estético.

Este castillo monumental forma parte de la programación del ciclo berlinés Foreign Affairs, que acoge a creadores escénicos extranjeros. La definición del evento es: un objeto coreográfico. Su creador, William Forsythe, lleva muchos años explorando nuevas formas de coreografía, y ha desarrollado el término “objetos coreográficos”. Y este en concreto pone el acento en los propios asistentes.

Así es la coreografía de la diversión

Antes de entrar, se lee el mensaje siguiente: “Tan pronto como entras en el castillo, empieza la danza”. Ese es el juego que propone Forsythe, que el espectador se convierta en agente. Imagino que algún espectador podría decidir ceñirse a su papel y sentarse en el suelo a ver el baile de los demás, pero resulta difícil resistirse a la tentación.

Una banda sonora minimalista y veinte minutos para moverse por este espacio magnífico, donde los movimientos espontáneos de uno se convierten en un espectáculo que contemplan los demás.

Hay quien simplemente salta y bota aleatoriamente, mientras que otros exploran las posibilidades de cada movimiento. Los saltos, caídas, pasos de baile, carreras y acrobacias ponen el acento en cómo nos movemos. La coreografía resultante es toda una celebración del movimiento y la euforia.

Si este castillo hinchable pasa por tu ciudad, déjalo todo y vete a botar entre estas paredes blancas hasta caer agotado. Interacción, movimiento, espontaneidad y humor. La diversión también es arte.