Las bibliotecas son el paraíso del lector. El verano es la época ideal para asaltarlas con una
mochila y aprovisionarte con un buen cargamento de libros. A veces sabes lo que vas a pescar, llevas tu lista preparada. Otras, simplemente tientas a la suerte y escoges por escoger, una portada llamativa, una sinopsis interesante, un título atrayente, un nombre que te suena,…Eso fue lo que me pasó con Now is the Hour. Había leído algo sobre Tom Spanbauer, su autor, y verlo en la estantería con un diseño atractivo atrajo mi atención. Esta vez la suerte me había sonreído. Pocatello, Idaho. Finales de los años 60. Rigby John Klusener, 17 años, se ha escapado de casa, está haciendo autostop en la autopista 93 hacia San Francisco, hacia el verano del amor, hacia la libertad. Rigby John huye de la granja de sus padres, su día a día transcurre entre el acoso escolar que sufre por parte del matón de la escuela y el trabajo en el campo que su estricto y distante padre le manda, todo ello sazonado por la dura moral católica que su madre al borde del histerismo les
impone a él y a su hermana. Nos cuenta su historia, la historia de un descubrimiento, de una persona que se forma, que crece con el paso de los días, con las experiencias y a través de las personas que va conociendo. Acho y Paco, Billy Cody y sobre todo gracias a George Serano. Una sociedad represiva, una madre castradora y obsesionada con la religión, un padre frío al que temer, una hermana que se casa preñada para oprobio de su histérica madre, una amiga que le hace de confidente, una reserva india que propicia los problemas raciales recordemos que estamos en la América profunda y un joven que reacciona contra todo eso, descubriéndose a si mismo, a su sexualidad, sus miedos y sus esperanzas en un entorno no precisamente propicio. La prosa clara de Spanbauer consigue transportarte al caluroso Pocatello, a los campos de heno que Rigby John tiene que trabajar bajo el yugo atento de su padre, a su vida desde la infancia marcada por la culpa, una culpa exacerbada que su ferviente y creyente madre azota sobre todos los que la rodean, a su crecimiento personal y a su liberación, a la lucha contra sus miedos, que le cortan la respiración, que le hacen temblar las piernas, que le pesen los brazos como un muerto. Que al fin y al cabo hacen que siga atrapado en una vida que sabe a ciencia cierta que no es la que le pertenece y que gracias a esas personas que se cruzaron en su camino conseguirá liberarse. Cada uno de ellos lo ayudará de una forma diferente. Acho y Paco, serán sus primeros amigos de verdad, las primeras personas con las que compartirá lo que es verdaderamente la amistad. Billy Cody será su confidente más fiel, con su voz de Simone Signoret, sus uñas pintadas, sus pendientes de aros y sus ojos rojos, la única persona a la que le confesará sus peores miedos y sus secretos y por último, George Serano, el indio con el que su padre le ha prohibido tener trato a pesar de que tiene que trabajar con él recogiendo el heno en el campo. Él abrirá la puerta final que conseguirá liberarlo. Todo ello contado con la voz natural y cercana, cálida de Rigby John, en primera persona, desde su punto de vista y su interior, desde sus miedos y sus alegrías, desde sus decepciones, desde sus ojos que ven el mundo como cambia a su alrededor y nosotros con él. No porque te obliguen a rezar mil letanías flageladoras conseguirás cambiar a alguien. Porque aquí la opresión que siente Rigby John sirve para, en un principio, literalmente acojonarlo, luego a través de sus catalizadores liberarlo, aunque le cueste librarse de sus ataduras, al final lo hace con la ayuda de sus amigos. No hay nada como prohibirle algo a alguien para que le guste más hacerlo, no salir, nada de fiestas, nada de chicas, nada de nada. Campo, trabajo, campo, trabajo, letanías y rezar hasta la extenuación. ¿Quién demonios iba a aguantar eso? Se lo pusieron a huevo. Rigby John, tardaste pero lo conseguiste, ha llegado la hora, ¿qué te deparará San Francisco?