Tanta rabia da una beatificación en vida como el inicio de la película con la que Mediapro, de la mano de Álex de la Iglesia, ha querido honrar a Leo Messi. Si bien, el homenaje gana con el paso de los minutos, el inicio no puede ser más aterrador: todos los calificativos superlativos ya gastados y manidos hacia el futbolista del FC Barcelona se repiten en cadena en los 5 primeros minutos del film. Este arranca con un planteamiento de lo más bizarro, un guión que solo podía ocurrírsele a Jorge Valdano, que si bien es un tipo simpático, agradable y educado, a veces se pasa de rimbombante.
Reunidos en un conocido (y caro) restaurante cerca de Plaza Urquinaona, un nutrido grupo de personas cercanas a Leo Messi (compañeros de equipo, amigos de la infancia, profesores, entrenadores, periodistas…) repasan tu trayectoria humana y deportiva en diálogos que se alternan con la realidad ficcionada. Ni un detalle se escapa del Leo Messi idolatrado: el amor hacia su abuela, que le inculcó el amor por el fútbol; sus habilidades innatas y sorprendentes con el balón; su conocido problema con la hormona de crecimiento y el tratamiento que más de un disgusto dio a sus padres, el fichaje por el fútbol base del Barça, que le hizo abandonar Argentina siendo un chaval; la fe incondicional de su padre Jorge… hasta un sonrojante momento en el que una Antonella Rocuzzo niña aparece en escena, dejando a Messi sin palabras (pese a que todos sepamos que los niños no se enamoran, que los niños son niños y todo sentimiento de amor entre niños en la ficción es eso: ficción pura y dura).
En cambio, las sombras del personaje quedan diluidas en un positivismo exagerado. Messi, no nos engañemos, no es el tipo perfecto que todos los medios de comunicación nos quieren hacer ver que es. Es, como todos los humanos, una persona con sus defectos, que también se equivoca. Sí, es un futbolista extraordinario y dotado de un gran talento. Es, posiblemente, uno de los mejores de la historia si tenemos en cuenta su edad y lo que ya ha dado de si. Pero el error que comete el film es dejar entrever que su bajo rendimiento con la selección argentina no merece más atención que el mal perder de los aficionados. Que su falta de arraigo a Barcelona es culpa de su gran apego a su patria. Que sus malas notas en la escuela es por su gran amor al balón. Precisamente, un homenaje en vida debería servir para bajar a la tierra a esos ídolos que creamos todos con nuestra falta de crítica. Solo espero que este tipo de películas no conviertan a San Messi en otro ángel caído como Maradona.
Estreno: 1 de enero
Más información: http://messilapelicula.mediaprocine.com