¿Qué pasaría si fusionaras Hacia rutas salvajes, Paris, Texas y un documental sobre la recesión? Pues no lo sé, y quizá sea mejor no saberlo.
Nomadland (Chloé Zhao, 2020) nos traslada a Estados Unidos en la estela de la crisis financiera global de 2008, que se disparó tras el colapso de la burbuja inmobiliaria en EEUU. Se trata de una adaptación del libro de Jessica Bruder ‘Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century. La película se llevó el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 2020.
Fern (Frances McDormand) lo pierde todo durante la crisis financiera, y se ve obligada a dejar atrás su casa y su vida en un pequeño pueblo de Nevada. Lo único que le queda es su pequeña autocaravana habilitada para vivir y algún contacto para desempeñar pequeños trabajos temporales de supervivencia.
Delante de ella, la carretera abierta.
Nomadland explora temas como la lógica del crecimiento económico salvaje, la solidaridad, la pertenencia a un lugar y el desafío de afrontar la vejez cuando uno no tiene nada.
Fern no solo deja atrás el mundo que conocía, sino que acaba viviendo en una pequeña comunidad fuera de la sociedad. Gente entrada en años que ha perdido todo lo que tenía y que adopta el nomadismo como único camino vital.
La espectacular interpretación de Frances McDormand nos arrastra a sus momentos de fortaleza y debilidad, a su orgullo, a su tristeza. Y hace que nos emocionemos con los pequeños momentos de amistad, por los momentos de cruce efímero a lo largo del camino, concentrando toda la poética de la humanidad en una mirada, un gesto, un detalle. La película es el triunfo de la sutileza, desde las interpretaciones magníficas y contenidas, hasta la fotografía desnuda y emotiva o la maravillosa banda sonora de Ludovico Einaudi.
Nomadland es una película sobre un dejarse llevar como actitud vital, pero no por un antojo idealista acomodado como en Hacia rutas salvajes, sino por haber sido escupido por la sociedad y haber quedado reducido a escombros.
En definitivo, una historia sencilla y preciosa sobre qué hacer cuando, en palabras de Bob Dylan, estás totalmente solo, sin un camino que te lleve a casa.