Que difícil reírse con el cine de autor. No porque no haya comedias en el mismo, que las hay. Pero cuando hay un festival sobre este tipo de cine, las comedias escasean. Por eso, cuando salimos del cine con una sonrisa de oreja a oreja porque nos hemos reído es motivo de celebración. Después de cinco días intensos llenos de dramas desgarradores que te dejan el alma desencajada, se agradece un respiro como el que estas dos películas dan.
Scarred Hearts
Un joven ingresa en un sanatorio especializado en enfermos tuberculosos en los años 30 del siglo pasado. Está enfermo y para curarse necesita permanecer estirado y con el torso escayolado por un tiempo indeterminado. Historia divertida y real de este escritor que padeció los rigores de la medicina de principios de siglo, totalmente certero el retrato de los espantosos métodos de la época. Es de extrañar que no muriera más gente de la que salvaban.
Tras The Happiest Girl in the World y Aferim!, llega la tercera película del director rumano Radu Jude en la que se inspiró de manera muy libre en la vida del poeta Max Blecher, sus breves escritos aparecen intercalados en pantalla durante todo el metraje del film. Con una pantalla cuadrada y de bordes redondeados, junto a los textos le da un aspecto de film retro para esta divertida pero igualmente sentida película deépoca.
Divertido retrato de una comunidad estrafalaria que se ha acostumbrado a vivir en la enfermedad. Ya lo dice uno de los personajes: soy enfermo profesional. Podría parecer surrealista pero si tenías dinero te podías permitir los caros y desquiciantes tratamientos a los que se sometía a los pacientes en estos retiros de salud. Vivimos a través de Manu, el protagonista, su calvario y como sobrevive al tedio de la enfermedad de la mejor forma posible. Canitas al aire incluidas. Como buenamente pueden con el impedimento de sus escayolas.
Un canto al optimismo incluso en los momentos más trágicos. Justo antes de una época en la que el horror y la oscuridad invadieron Europa. Pocos meses después la gran guerra estallaría y la enfermedad de Manu, parece presagiar ese final terrible que estaba a punto de empezar. Aún así no pierde el humor en ningún momento. Se agradece esa manera tan efectiva de contar una historia que va más allá de los propios personajes.
Love & Peace
Nos llega una de las nuevas obras del prolífico director japonés Sion Sono, locura desmadrada aunque menos de lo habitual, que nos cuenta los sueños de un joven tímido que desea convertirse en cantante de éxito. En su camino se cruza una pequeña tortuga a la que adopta y que le ayudará a conseguirlo. Surrealista argumento, aunque no tanto, visto a lo que nos tiene acostumbrados el directo. Pero sigue siendo producto de la mente inquieta de un director que no deja de sorprendernos con cada película.
Con una primera hora desternillante, Love & Peace es una rareza en el cine de Sion Sono. ¿Comedia navideña apta para el público infantil? Posiblemente. Pero no deja por ello de divertir. Love & Peace es una ida de la olla navideña con banda sonora pegadiza, tortugas gigantes y muñecos que hablan. Y aunque pega un bajóna mitad de metraje, sobre todo en las escenas en las cloacas, remonta con un final apoteósico y desternillante digno del mejor Sion Sono. Porque a veces al cine también se va a partirse de risa sin más.