Hace unos meses os hablaba con emoción del primer volumen de este cómic titulado Hay algo matando niños. Con guión de James Tynion IV (Batman, The Woods), dibujos de Werther Dell’edera y colores de Miquel Muerto. Lo recomendaba mi querido Scott Snyder y me enganché desde la primera página. Y por fin, ya tenemos en nuestra tienda de cómics favorita el segundo volumen.

En el primer tomo de Hay algo matando niños conocíamos a Erica Slaughter, una joven mata monstruos que se enfrentaba a una criatura que aterrorizada una pequeña población en Wisconsin llamada Archer’s Peak. Allí salvaba al pequeño Tim, descubría la guarida del monstruo y lo mataba. Pero ay, el monstruo resultaba ser una madre con un montón de crías que ahora están sueltas por el bosque, hambrientas y que, para más inri, se alimentan de tiernos niños y niñas. Solo los más pequeños pueden verlos, mientras los adultos intentan comprender qué mierda está pasado. Ya han muertos unos cuantos y parece que la cosa no va a parar.
Para eso está Erica, para luchar contra las bestias y salvar a todo el mundo que pueda. En este segundo tomo vamos descubriendo más de su historia. Por ejemplo, cómo entró en la orden de San Jorge, dedicada a erradicar a los monstruos que pululan por el mundo devorando niños y a los que los adultos no ven. Pero Erica tiene sus propios ideales, la gente es lo que más le preocupa, así que ha decidido seguir su propio camino. La orden no está tanto para salvar el mundo como para esconder a la sociedad lo que en realidad está pasando. Erica es una rebelde, una luchadora nata, una cazamonstruos de primera y vamos a seguir descubriéndola en este tomo y en los siguientes. Cada vez más carismática con sus grandes ojos verdes y sus maneras expeditivas. Ella sabe lo que hace.
Hay algo matando niños es una historia de misterio y terror, con bastante toque gore. Las muertes son brutales. Los dibujos perfilan muy bien a los personajes, de los que vamos conociendo un poco más en cada tomo. Y las criaturas son terroríficas. La forma en las que están dibujadas sus escenas las hacen más oscuras y terribles. De eso tiene buena culpa el dibujante Werther Dell’Edera. La historia atrapa y quieres saber más. La única pega es que a veces pasa del formato clásico de cómic a la lectura apaisada de una página a la otra y puede confundir un poco al lector, pero una vez acostumbrada, la lectura fluye. Estoy deseando descubrir qué pasará con esta historia y vivir las brutales aventuras de Erica Slaughter.