Que levante la mano quien no haya oído hablar jamás de Venga Monjas. A ver, tú, el del fondo. Sí, tú, que levantas la mano con timidez. Hoy es tu día de suerte. Hoy, amigo, tendrás el honor de descubrir algo tan bizarro, incómodo y desternillante que podría cambiarte la vida. O no. O sí. En fin, seguimos.
Venga Monjas son un dúo cómico formado por los barcelonenses Esteban Navarro y Xavier Daura. Yo los conocí empecé a dejarme contaminar por ellos hace unos cuantos años, a partir de mi fascinación enfermiza por Miguel Noguera. Cuando ya había devorado todos los Ultrashows habidos y por haber y demás mierdecillas derivadas del gran Noguishe, sentí curiosidad por este par de individuos.
Creo recordar que lo primero que vi de ellos fue Llamadme Claudia, un mediometraje en plan falso documental sobre un singular modelo, protagonizado por Noguera. Me voló la cabeza su frescura, su locura. Al cabo de poco, me había hecho asiduo de su canal de YouTube.
Al principio, la cosa se reducía a conversaciones delirantes grabadas con un sencillo plano fijo en el sofá del comedor o en la cocina de casa. Luego empezaron a llegar otro tipo de ficciones inclasificables, a cual más esperpéntica. Los ingredientes principales eran humor salvaje, ideas locas y uso de actores amateurs, básicamente sus amigos y familiares. Nunca ocultaron que uno de sus referentes principales era el humor de La Hora Chanante. Y, con el tiempo, acabaron trabajando con Reyes y compañía como guionistas y actores en Museo Coconut.
A lo largo de su trayectoria de más de una década, han creado series de vídeos tan indescriptibles y recomendables como Dos salaos en modo random, Da Suisa o Coneix la teva ciutat.
Recientemente han vuelto a enamorarme con una de sus últimas creaciones. Se trata de la serie web Cosas de hombres, que definen como: “una producción de GQ España en colaboración con Venga Monjas en la que abordamos desde el humor todos esos dilemas, inquietudes, excentricidades, miedos, manías y pasiones que nos definen como hombres del siglo XXI”.
Esencialmente, se trata de pequeñas cápsulas dedicadas a unos personajes singulares, protagonizados mayormente por ellos dos. Se trata de un ejercicio de costumbrismo surrealista. Pequeños reportajes de personajes imposiblemente ridículos.
Si eres fan de los relatos cortos, del género del falso documental y del humor absurdo, disfrutarás con esta serie. Basta con leerte el listado de títulos de Cosas de hombres para empezar a reír: El coleccionista de relojes, Elon Musk de barrio, Trapero normal o Influencer no, lo siguiente. El delirio. Te dejamos con un vídeo de muestra. Cuidado, engancha.