Albert Franquesa publica en la editorial Sven Jorgensen este libro que comenzó a escribir a finales del 2012. Había pasado un año des del 15-M y de la mayoría absoluta del PP. Tras la reforma laboral sangrante, los desahucios y la corrupción galopante, el PP volvió a ganar las elecciones otra vez. Ese es el germen de esta novela distópica que nos presenta una Barcelona futura plagada de desastres naturales, turismo masivo brutal y una ciudad convertida en un parque temático gigantesco. Una ciudad que ha conseguido expulsar a sus ciudadanos al extraradio a vivir como parias en su propia tierra y con condiciones abusivas. Eso es Barcelona Minority World. ¿Os suena de algo?
En esta Barcelona del futuro, el trabajo es escaso y muchos se pelean por formar parte de esas minorías que sirven de figurantes a ese gran parque temático de lo tópico y típico que el turista se cree que es la ciudad. El protagonista de esta historia es Víctor, un hombre entre la treintena y la cuarentena que consigue un trabajo en una de las misiones, las nuevas escuelas que enseñan a las nuevas generaciones un futuro aún más retorcido en el que los jóvenes se pelearán por formar parte de esas minorías. Descubrimos esa Barcelona poco a poco, a través de los ojos de Víctor.
La prosa de Franquesa engancha, sobre todo, porque nos retrata una realidad que no parece tan lejana. Una en la que los turistas priman por encima de los ciudadanos. Es cierto que en un principio es difícil entender qué es lo que ha pasado con la ciudad, cuáles fueron esos desastres que la asolaron y precipitaron también la aceleración de la turistificación masiva, pero no solo de Barcelona sino de todas las ciudades del mundo. ¿Es ese el modelo de turismo que queremos? Pero una vez que te has metido en la historia todo fluye.
Un libro que está de máxima actualidad y que además Franquesa logra perfilar gracias a sus personajes. Todos y cada uno de ellos con su peculiar idiosincrasia. La única pega que le encuentro es que esa trama de asesinatos no se desarrolle un poco más, aunque entonces se hubiera convertido quizás en un libro policiaco y eso no es de lo que trata Barcelona Minority World. Más allá de la historia, debajo subyace toda una serie de ideas que hacen cuestionar el futuro de la ciudad, un futuro no tan lejano, desgraciadamente.