Dentro de la colección 100% de Panini Comics nos llega este primer volumen de las aventuras de la Viuda Negra. De la mano del guionista Nathan Edmonson y el dibujo de Phil Noto, Natasha Romanoff nos cuenta sus aventuras como agente libre. Un día está en Shangai como al otro en una selva sudamericana sin especificar, haciendo trabajitos para ganar un dinero que está destinando a limpiar su conciencia y ayudar a los más desfavorecidos. El pasado de Natasha pesa y mucho. Antes de convertirse en miembro de los Vengadores y trabajar para S.H.I.E.L.D, Natasha no era precisamente una santa, sino todo lo contrario: una espía rusa, fría y despiadada capaz de cualquier cosa para conseguir su objetivo.
Descubrimos en este tomo a una Natasha alejada de su vertiente más superheróica, fuera de su papel en los Vengadores y usando sus dotes como espía pura y dura para ganarse la vida. Eso sí, sin beneficio personal, sino como expiación de su pasado. Una carga, una mochila que lleva a sus espaldas desde hace demasiado tiempo. Natasha no quiere ataduras, no quiere un hogar, no quiere amigos, ni relaciones que la aten. Es la única manera que conoce para hacer bien su trabajo. Sin miedo a perder algo que no tiene.
La brillantez de la historia tiene dos pilares fundamentales, primero los guiones de Edmonson que nos presentan a una Natasha introspectiva que nos cuenta su propia historia, que nos hace acercarnos más al personaje y a su filosofía de vida. Empezamos a conocer un poco más a la Viuda Negra y porqué actúa como actúa. Y que además nos lo cuenta en primera persona, acercándonos mucho más a ella mediante su propia voz. El segundo pilar es el excelente dibujo de Phil Noto que ha sabido captar a la perfección al personaje, con sus matices y sus claroscuros. La figura de Natasha es muy reconocible, pelirroja y embutida en su traje de cuero negro, pero aquí la vemos disfrazada y usando sus dotes de camuflaje pero también la vemos en casa, relajada, con una coleta en su melena, con ropa cómoda, lejos de la imagen de femme fatal a la que nos tiene acostumbrados. Vemos por fin, a la Natasha persona. A esa que no soporta que maltraten a su vecina, a esa que aunque lo evita le coge cariño a un gatito callejero, a esa que vive la soledad como elección personal por difícil que sea.
Hay también acción y mucha. Además muy bien coreografiada y dibujada por un Noto en estado de gracia. Sus viñetas casi cinematográficas son totalmente dinámicas. Pero también hay una historia trabajada detrás que respalda su trabajo. Edmonson y Noto hacen una buena pareja y esperemos que nos ofrezcan muchas joyas más como esta.