El primer día tras la inauguración del D’A, Festival de Cinema Independent de Barcelona nos brindó tres joyas fílmicas. No hay nada como empezar con buen pie. Tres aciertos de tres. Buen inicio que ha continuado con esa tónica durante el fin de semana. Cuando te gusta el cine, es un gozo pasarse unas cuantas horas encerrados en el cine disfrutando de buenas propuestas mientras fuera el mundo sigue girando. Este año el festival ha hecho una selección ecléctica y variada en la que nos hemos sumergido con gusto. De momento pocas pegas, salvo los problemas de sonido que nos impidieron ver L’Ombre des Femmes de Philippe Garrel. Hasta el día 1 estáis a tiempo de seguir viendo cine de autor.
Ahora sí, antes no.
Hong Sang-Soo nos ha recuperado para su causa. Después de Hill of Freedom, que vimos el año pasado también en el D’A, y que me dejó bastante fría, he vuelto a disfrutar de este director coreano. Ahora sí, antes no es las dos caras de una misma moneda. Una historia sencilla contada de dos formas diferentes. Un director llega a una ciudad que no es la suya para presentar una de sus películas, allí conoce a una joven pintora y establecen un vínculo inmediato. Un Jung Jae-young excelente como álter ego del director, dos versiones de la misma persona. Divertida, entretenida, chispeante, Ahora sí, antes no es el retrato de lo que podría haber sido, desde dos versiones distintas de la misma persona. El canalla y el caballero. ¿Con cuál te quedas?
Oleg y las raras artes
No hay nada como un personaje jugoso e irrepetible para enganchar. Y eso Andrés Duque lo tiene de sobra en este documental en el que sigue al músico ruso Oleg Karavaitxuk. Duque ha conseguido entrar en el hermético mundo de Oleg, ha conseguido que le abra las puertas a su gestualidad sonora, a sus emociones, a su música. Un documental lleno de emociones y sentimientos musicales. Oleg es un personaje único, narrador natural, músico excepcional, testigo de la historia de Rusia, enigmático, loco, desenfadado, desbocado. Una película que te deja con ganas de saber más, de investigar, de escuchar. Momentos de trance sonoro, en el que el sonido del silencio emociona, interpretaciones al piano soberbias, locura transitoria, contradicciones, pasiones, sentimientos y Oleg, Oleg, Oleg. Una muestra de las raras artes, esas que parecemos obviar, que desconocemos y que nos abren puertas a otros mundos. Un imprescindible ya.
Chevalier
La directora griega Athina Rachel Tsangari nos ha brindado otra joya del festival, la divertida Chevalier. Esta es la historia de un grupo de hombres que disfrutan de unas vacaciones en un yate en la costa griega, un microcosmos de masculinidad desatada en el que un juego, en principio inocente, desatará una competición desaforada por ser “el mejor en general”. Divertida, punzante pero sin hacer daño, Chevalier no es simple entretenimiento, aunque podría pasar por ello. Es una película en la que se desatan los miedos y se convierten en retos estúpidos e infantiles a los que seis hombres adultos se lanzan sin remisión. No es una película de “macho-men”, no, es una película de inseguridades, de miedos, de máscaras. De esas que te hacen sonreír y al mismo tiempo te hacen también preguntarte cosas al salir del cine. ¿Se estrena Chevalier en cines y no vais a verla? Menos 10 puntos para todos vosotros.
The Event
Lástima que Sergei Loznitsa no haya sabido ofrecernos una visión mejor de los primeros momentos del desmoronamiento de la URSS. Aquellos en los que el PCUS intentó un golpe de estado en Kiev que no fructificó. La historia en primera persona, imágenes grabadas en 1991, la gente en las calles tomando la ciudad, evitando el desastre, proclamando la nueva Rusia. Mismos lobos con otros nombres. Fuimos esperando enterarnos de un trozo importante de la historia de Europa y del mundo y nos quedamos fríos como un invierno siberiano. No basta con grabar a la gente en la calle, no basta con pasearse entre los manifestantes, no basta. Lástima. Si queréis saber más sobre la historia de Rusia os recomiendo encarecidamente que leáis El Imperio del maestro Ryszard Kapuściński. Eso si que es explicar la historia en primera persona.
El Tesoro
El director rumano Corneliu Porumboiu nos ofrece en esta divertida historia vivir la búsqueda de un tesoro. Pero no os equivoquéis, esto no es una película de aventuras, de grandes héroes, de maravillas. Es una película sencilla, pequeña, que nos relata un cuento. La búsqueda de un tesoro por dos vecinos en el terreno de la antigua casa del bisabuelo de uno de ellos. La crisis les acecha, las deudas, la pobreza, la desesperación. ¿Se han vuelto locos siguiendo una leyenda familiar? No, simplemente, se han dejado llevar por la ilusión de una vida mejor. Una historia común, de día a día, de personas normales con un final inesperado. Ironía, crítica, la vida moderna y sus horrores cotidianos.
Happy Hour
Ryusuke Hamaguchi se ha marcado cinco horas y pico de película con su excelente Happy Hour. Historia coral de cuatro mujeres que viven su vida como amigas, esposas, madres, amantes. Cuatro mujeres que buscan su sitio en el poco espacio que la sociedad japonesa les da para sentirse libres. Amistad, amor, traición, odio y contención, sobre todo contención. Eso es lo que baña esta película maravillosamente interpretada por cuatro actrices no profesionales. Retrato no sólo de cuatro mujeres distintas sino también de la sociedad que las rodea y les marca el camino a seguir. ¿Serán capaces de dejarse llevar? Intimista, introspectiva, delicada y reveladora. Un paseo adictivo por la vida de estas cuatro mujeres. Cuando cinco horas de metraje pasan ante tus ojos sin mirar el reloj, sabes que la historia que te están contando te ha atrapado. Eso Hamaguchi lo consigue con creces. Nos atrapa en su telaraña, en la que une a las protagonistas, esa que a pesar de las diferencias las mantendrá unidas.