Antoni Padrós: el hombre al que le gustaba perderse
Antoni no se hace ilusiones. Observa la media entrada de la sala Laia de la Filmoteca de Barcelona con sano escepticismo y advierte que pocos llegaremos hasta el final. Que luego, si eso, hablamos. Y que estará bien que así sea porque la suya es una película “difícil”. Ideal para los que les guste perderse,