Maria Arnal i Marcel Bagés
25 de abril, Apolo
Es un auténtico placer presenciar el nacimiento y crecimiento de un proyecto tan bonito como este. Maria Arnal i Marcel bagés es un dúo con apenas dos años de recorrido pero que ya nos han brindado dos EPs (Remescles, acoples i melismes y Verbena) y un disco, 45 cerebros y 1 corazón.
De ellos me gustan tantas cosas que casi no sé por dónde empezar. Su honestidad. Su mezcla entre clasicismo y contemporaneidad. Su frescura. Su originalidad. Su naturaleza intrínsecamente poética. Esa alegría que rezuman, que es como un maravilloso elixir contra la oscuridad. La increíble soltura con la que mezclan una gran variedad de registros y texturas…
Maria Arnal ha dedicado mucho tiempo a investigar sobre música popular, recorriendo archivos en busca de melodías perdidas, composiciones antiguas, historias particulares. Marcel Bagés aporta su maestría compositiva y su amplia diversidad estilística. Y el resultado es un repertorio absolutamente indefinible y fascinante, compuesto mayormente por canciones recuperadas, versiones personalísimas y algunas composiciones propias.
Aires flamencos en Bienes, copla en Cançó de la Maria Ginesta, delirio en Canción total, pop etéreo en Tú que vienes a rondarme, poesía revisitada en No he desitjat mai cap cos com el teu, un conmovedor canto a la memoria histórica en 45 cerebros y un corazón, riffs matadores en Jo no canto per la veu y Cançó del farigoler… su música sorprende constantemente.
La música de este nuevo mundo canta fuerte el delirio presente.
El pasado martes tuve la suerte de asistir al concierto de presentación de su disco 45 cerebros y 1 corazón. Yo ya los había visto actuar en Golferichs y en el VIDA festival, y esta vez me dio la impresión de ver a un dúo más sólido, más crecido, todavía más grande.
foto de Lluc Pagès
600 localidades en asientos en el Apolo. Entradas agotadas. Un público entregado desde el principio, que convirtió el concierto en toda una fiesta.
I el cor em diu que sí
I el cervell em diu que sí
I en tot en mi és un sí
Que mai no acabarà
Canto la vida, sí
Demostrando soltura y simpatía a raudales, Maria y Marcel nos llevaron de paseo por su repertorio. Los primeros temas fueron poco más intimistas, con los dos artistas sentados en sus sillas. Pero a medida que avanzaba el concierto, empezaron a ponerse en pie (y el público no tardaría en hacerlo). Hacia el final salió a escena David Soler, productor del disco, que los acompañaría a la guitarra y los ambientes.
Iba a decir que hubo grandes momentos, pero me quedaría corto. Todo el concierto fue un gran momento, constante, único e irrepetible.
Fue tremenda la versión de Canción total de Las Víctimas Civiles. La mitad del público coreaba “De esta civilí-li-li-li”, y la otra mitad “Miedo ensordecedor y aburrimiento”. El resultado fue verdadero festival. Otros puntos álgidos fueron la intensa versión postrockera de La gent de Joan Brossa, las guitarras desgarradas de No he desitjat mai cap cos com el teu, el canto épico A la vida de Ovidi Montllor o el ritmo bailable de Tú que vienes a rondarme.
Si todavía no los conocéis, escuchad su disco o sus EPs y consultad sus próximos conciertos en su página de Facebook. Y, sobre todo, dejaros invadir por su intimismo, su poesía, su creatividad ysu vitalidad. Una verdadera celebración de la voz y la música en estado puro.