Me suelo fiar de las recomendaciones sobre todo si vienen de personas con las que conecto a nivel cultural. Si esa recomendación viene de Amanda Palmer más aún. A Amanda Stern no la conocía hasta que Palmer recomendó su libro en su Patreon. Es la creadora de los Happy Ending Music and Reading Series, un evento semimensual que se celebraba en Nueva York y que reunía talentos musicales y literarios. En ellos Stern retaba a una persona que se dedicara a la literatura y otra a la música a enfrentarse a un riesgo en público. Como el que ella tomaba cada vez que se subía al escenario para superar sus miedos. Era uno de los eventos culturales más interesantes de la ciudad que acabó en 2016 cuando Amanda decidió centrarse en sus labores como escritora. Ha publicado 13 libros, 9 de ellos de literatura infantil. Estos eventos nacieron para luchar contra su propia ansiedad y este es el motivo de estas memorias: explicar su lucha constante contra el miedo que ésta le provoca.
Amanda Stern sabía desde pequeña que le pasaba algo, no sabía ponerle nombre, no sabía lo que era, nadie parecía entender que su vida era un infierno lleno de miedos y ansiedades. Creía que estaba rota, defectuosa, que era tonta y que, lo peor de todo, alguien lo descubría. Le costó 25 años que alguien le diagnosticara lo que tenía: un trastorno del pánico. Eso le cambió la vida. Ponerle nombre, saber qué era y confirmar que realmente tenía algo. Tantas pruebas, tantos médicos, tutores, especialistas, tantas y tantos que le decían que no le pasaba nada o peor cómo debía vivir su vida, sin tener en cuenta lo que le pasaba por dentro.
Todo esto y mucho más nos explica Stern en estás divertidas y a veces angustiosas memorias. En un ejercicio de desnudez tremendo, Amanda nos cuenta con pelos y señales como su vida se ha visto condicionada por sus miedos. Terrores atroces e injustificados, a veces por cosas totalmente ajenas a ella misma, pero que irremediablemente le hacían perder el control. A pesar de ello, ha logrado forjarse una carrera como escritora, como columnista, creadora de eventos, agitadora cultural, ha trabajado en el cine con Ang Lee o Hal Hartley y en la música con David Byrne. Y aunque mucho de esto no aparece en esta biografía, sí que es cierto que en ella nos habla de cómo aprender a vivir con lo que te afecta. A decir las cosas como son. A aceptarlas y simplemente, intentar vivir sin que te controlen. Aunque a veces sea terriblemente imposible hacerlo.
Aunque a veces sea una lectura angustiosa, Stern logra transmitir esos sentimientos que vive y que la asfixian, pero también sabe darle un toque de humor. Es cierto, a veces te dan ganas de zarandearla y decirle, Amanda tía, no es para tanto. Pero no serviría de nada, no importa lo mucho que alguien te diga que no te van a secuestrar, que no vas a perder a tus padres, que tus compañeros de colegio no te van a ignorar y va a ser el fin del mundo, que no te vas a morir aunque sientas como si fuera a ser así, que el mundo no se acaba. Al final, es algo que depende de ti. Saber el por qué ayuda, pero no os engañéis, esta no es una biografía en plan, mira que chula soy, he superado mis problemas. No, es una historia de una persona que va a poner todo su empeño en intentarlo y que le va a costar. Probablemente el miedo no la abandone nunca, pero eso no significa que le impida vivir su vida como ella quiere.