No creo que haga falta explicar quién es Kim Gordon. Sin ella Sonic Youth seguramente no serían lo mismo. Como cantante, bajista, compositora y guitarrista de la banda ayudó a crear el sonido de una de las formaciones más importantes de la música independiente. Esta es su historia, sus memorias, su vida, su punto de vista. Y está bien por una vez que sea su voz la que se oye.
Estos libros son necesarios. Son de esos que disfrutas desde la primera página. Pero no son necesarios porque nos cuente la historia de una banda, que también, sino porque da voz a quizás el miembro menos conocido. Ella siempre ha sido la fría y distante, la misteriosa. Esa que cantaba “Kool Thing” con una indiferencia dolorosa. Y sorprende que en estas páginas haya decidido abrirse en canal para contar lo que ha vivido como persona, mujer, música, madre y artista.
Muchos son los que esperaban como agua de mayo leer los escabrosos detalles del divorcio de la pareja indie por excelencia. Alguna cosa hay, para que negarlo, pero va mucho más allá. Esto no es un libro anti-Thurston, aunque se lee una clara decepción en sus palabras. El daño y el dolor están ahí, pero Gordon sabe retratarlos sin miseria ni tripas.
El libro empieza por el final, por la última actuación de la banda en Brasil. Por el final del grupo, pero también de su matrimonio, de su vida como la conocía hasta aquel momento. Luego retrocede en el tiempo hasta las soleada California donde se crió, al temor a la esquizofrenia de su hermano, a sus inseguridades, a su pasión por el arte. Ese arte que la llevó a Nueva York y a de rebote a la música. Porque en el fondo Kim Gordon es sobre todo una artista. Ahora quizás, cuando Sonic Youth se ha acabado y su hija ya está crecidita, ha recuperado con ímpetu esa faceta que es la que más le interesaba desde pequeña.
Sigue haciendo música, experimental y rompedora, pero el arte es el que guía sus pasos. Este es un libro que no tiene final, que nos presenta una Kim Gordon ante otro reto de su vida, ante un nuevo comienzo, diferente y en el que hemos descubierto a la persona que había detrás del icono, a la mujer que se escondía detrás de la frialdad y la distancia que sus inseguridades le hacían abrazar. En este libro nos demuestra, aunque no hace falta porque ya lo sabíamos, que ella no es la chica del grupo, es mucho más. En sus páginas lo descubrirás.
La única pega es que a veces los capítulos se hacen demasiado breves, pero para una mujer que prefería no mostrarse creo que debe haber sido un esfuerzo explicar lo que ha explicado, una catarsis. Esto no es un libro sobre Sonic Youth así que si queréis leer sobre la banda, hacedlo en otra parte. Entretenido, ágil y divertido, es el reflejo de una mujer y su vida.