Una se enfrenta a los libros de diferentes maneras. Todo el mundo me había hablado maravillas de Instrumental, el libro de James Rhodes, pero nada te prepara para la crudeza de su relato. Duro, introspectivo, sincero y muy crudo. La historia de su vida así lo merece, no se puede constar de otra forma. Como sucedió, como lo vivió y lo sintió, como lo siente. El dolor de los abusos sexuales que sufrió siendo un niño, que duraron años y que le marcaron para siempre. Parece que se hace cuesta arriba hablar de algo así, da miedo. Ese creerse culpable de algo que un niño de cinco años jamás jamás puede ser culpable, hace que las víctimas de abusos sexuales no quieran hablar nunca de ello. El estigma, la vergüenza, el dolor, todo eso marca a las personas que lo padecieron. Y todo eso lo sufrimos leyendo este excepcional e imprescindible libro en el que James Rhodes se desnuda descarnadamente.
No es de fácil lectura, para qué negarlo. El autor consigue transmitir el sufrimiento, la locura, el mundo que se colapsa a su alrededor mientras intenta sobrevivir a algo tan atroz. Y lo cuenta abriéndose en canal, con pelos y señales, con la verdad de contar su vida tal y como la ha vivido. La combinación entre el trauma que sufrió durante su infancia y la vida marcada por ello que tuvo que vivir salpican las páginas de este libro. Pero ésta es también una historia de como la música le salvó la vida. Porque detrás de todo el dolor, de toda la locura, las medicinas, los psiquiátricos, las autolesiones,…detrás de todo esto estaba la música.
Lectura y escucha
Cada capítulo va acompañado de una introducción con un tema de diferentes compositores e intérpretes desde Bach, Schubert, Ravel, Shostakovich, Brucker o Beethoven pasando por Glen Gould, el propio Rhodes, von Karajan, o Sergio Tiempo. No podía faltar por supuesto la Bach-Busoni Chaconne. Recomiendo encarecidamente la escucha de los mismo durante la lectura. En la introducción, como en sus conciertos, Rhodes nos explica la historia de la composición de la pieza, de la vida del autor y como está relacionada con ella. Cada pieza simbolizando un capítulo de su vida y contándonoslo a través de las melodías que suenan. Exquisita selección que te prepara y acompaña durante la lectura. Y creo que este es uno de los mayores aciertos de este libro. La música siempre por delante. Cuando lees sus páginas quieres escuchar más. Y lo haces, sin duda.
Para todos aquellos que quieran disfrutar de la música durante la lectura, el propio Rhodes ha hecho una playlist en Spotify:
Y si queréis verlo en directo aún tenéis la oportunidad de hacerlo el 24 de febrero en el Palau de la música. Entradas aquí.
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