El momento álgido indiscutible del año valenciano es la semana de Fallas. Digo “semana” porque durante muchos años han durado una semana (oficialmente, las Fallas se celebran del 15 al 19 de marzo), aunque cada vez las fechas se van alargando más. Este año, concretamente, las Fallas han durado del 1 al 19 de marzo.
Visitar la ciudad durante estos días tiene cosas malas y cosas buenas. Las masificaciones, el tráfico imposible y las explosiones de petardos por todas partes en todo momento son algunas de las malas. Pero se quedan en un segundo plano cuando se empiezan a vivir las buenas. Culturaca ha estado ahí estos días, y te lo cuenta.
Lo primero que salta a la vista de estos días es la gran entrega a las fiestas por parte de la gente. A los valencianos les fascina esta semana, que combina tradición, fuego, petardos, fuegos artificiales, música, jarana y buenas dosis de alcohol.
Llegando el miércoles mediodía, encontramos las fallas recién colocadas (la plantá era miércoles por la mañana). Fue un buen momento para dar un paseo por los barrios más lejos del centro, viendo fallas más discretas pero no por eso menos divertidas o atrevidas. Uno de los elementos más característicos de las fallas son los carteles que llevan colgadas que contienen versos satíricos con temas de actualidad, dedicados en mayoría a los políticos y la situación de los agricultores. Sin duda, el personaje más presente en esta edición ha sido la ex-alcaldesa Rita Barberá, representada en los ninots más grotescos y expresivos. El actual alcalde, Joan Ribó, empieza a hacer también acto de presencia.
El primer día en la ciudad, es imposible no darse cuenta de que lo más importante aquí es el fuego, el estruendo y las explosiones. Cada día a las 14.00 hay mascletá, en la que se desatan tracas ensordecedoras, y durante los días centrales hay castillos de fuegos artificiales cada noche.
El jueves fue un día ideal para recorrer todo el centro, viendo las fallas más espléndidas, como la de Na Jordana o la de la plaza del Ayuntamiento. Las fallas en sí son un invento fascinante. Originalmente, eran pequeñas montañas de maderas, cajas y muebles viejos, culminadas con un muñeco alegórico que representaba a alguien o algo de lo que la gente se reía. La evolución ha sido increíble. Actualmente se ven verdaderas obras de arte, de líneas precisas, colores vivos y una altura vertiginosa. Sigue encontrándose temáticas satíricas, pero muchas de ellas se decantan más por el preciosismo.
Si tienes que ir un solo día a las Fallas, que sea el jueves. Tienes las fallas en todo su esplendor, las indispensables mascletás, y desfiles con trajes tradicionales acompañados con bandas de música, que hacen sus ofrendas florales a la Virgen de Los Desamparados. Y con menos aglomeraciones que el viernes y el sábado.
Para descansar un poco de petardos y calle, es muy recomendable pasarse por el Museo Fallero de Valencia, donde se puede ver cómo han evolucionado las técnicas de fabricación de ninots, ver la evolución de la historia del arte del s. XX a través de los carteles de Fallas y pasearse por delante de los ninots indultats (cada año se salva de las llamas un ninot de todas las Fallas). Un servidor no pudo evitar pasarse también por el IVAM, un museo excelente con una colección permanente de obras del escultor Julio González (contemporáneo de Picasso) y exposiciones temporales de arte moderno y contemporáneo.
Otro de los puntos álgidos de estos días fue la Nit del Foc, celebrado la madrugada de viernes a sábado, que cuenta con los mayores castillos de fuegos artificiales de todas las fiestas (y que atrae también a las mayores multitudes). Y ya llegamos al punto culminante de las fiestas. En la madrugada del sábado al domingo se celebra la cremá. Todas las obras de arte creadas a lo largo del año arden en menos de una hora. Y los valencianos empiezan a ansiar ya que lleguen las Fallas del año que viene.
En fin, una semana (o más) de festejos y celebraciones tradicionales, fuego, petardos, arte, flores, buñuelos de calabaza, orchata y mucha diversión. Os lo recomiendo. A modo de mascletá final, os dejo con un pequeño paseo visual por las Fallas 2016.