Los que seguís nuestras publicaciones, sabréis que no es la primera vez que hablamos de Marla Jacarilla. Hace años que seguimos las andanzas de esta artista conceptual, y nunca deja de fascinarnos y sorprendernos.
Esta semana estuvimos en la inauguración de su exposición Elementos para un paisaje, en la galería FUGA de Barcelona.
Las obras de Marla Jacarilla siempre exploran una amplia paleta de acercamientos, medios y técnicas, desde el vídeo a la fotografía, pasando por el texto o la acción. En esta ocasión, la artista ha optado por un planteamiento más pictórico. Al menos, aparentemente.
Según explicó la propia artista, uno de sus puntos de partida para crear esta obra fue una de las definiciones de la palabra paisaje:
Un paisaje es –entre otras definiciones– un “espacio natural admirable por su aspecto artístico”, según la Real Academia Española. Sin embargo, cuantas más veces lee la artista esta definición, más dudas le genera. No considera que un paisaje haya de ser necesariamente admirable. Puede haber paisajes terroríficos, desoladores, oníricos o inquietantes. Puede haber paisajes que nos hagan temblar de emoción, pero también otros que nos provoquen pesadillas o, lo que es peor, la más absoluta indiferencia. El término natural, además, también le genera cierto conflicto. Cuando, por ejemplo, observa una fotografía de Lori Nix, piensa que podría ser paisaje del mismo modo en que lo son las vistas que contemplamos desde cualquier casa rural.
Elementos para un paisaje es una serie de obras sobre lienzo, acompañadas de pequeños textos. A primera vista, podría parecer una colección de pintura acompañada de múltiples cartelas descriptivas. Nada más lejos de la realidad.
A esa máxima atribuida a Picasso de “los artistas buenos copian, los artistas geniales roban”, podríamos añadirle “y los artistas contemporáneos hacen transfers”. Los fragmentos de imágenes están hechos mediante un médium de transferencia, mientras que los textos están calcados de una impresión.
Cada lienzo es un mosaico de reproducciones de fragmentos de grandes cuadros de la historia del arte, seleccionados por representar un elemento común. Las obras se reparten en dos grandes campos: partes del cuerpo humano y elementos del paisaje, extraídos de obras desde Botticelli a Picasso, pasando por Schiele y Rousseau.
Cada uno de estos mosaicos sobre tela está rodeado de una selección de textos que hablan sobre el mismo elemento representado en las imágenes, creando un conjunto fragmentario a la vez que completo. Incluye textos de grandes nombres de la literatura y el pensamiento, como Clarice Lispector, Roland Barthes o Juan Rulfo.
La selección de las imágenes y los textos me parece un interesante ejercicio autobiográfico. Este ejercicio ligeramente abywarburguiano es como un recorrido por su pasado y su presente desde un punto de vista tanto estético como literario. Un viaje por algunos de los referentes pictóricos y textuales que han alimentado su carrera. Una suerte de autorretrato a partir de la alteridad.
Elementos para un paisaje de Marla Jacarilla se puede ver hasta el 12 de junio de miércoles a viernes (11:00–14:00/17:00–20:00; sábado 11:00–14:00) en la galería FUGA (c/Lluís el Piadós, 3. Barcelona).