The king of pigs
Sang-ho Yeon, 2011
El primer largometraje de Sang-ho Yeon será difícil de olvidar. Y, creedme, a más de uno le gustará poderlo hacer al encenderse las luces. ¿Por qué? Pues porque esta película de animación sur-coreana ofrece un recorrido por el lado más cruel de la infancia. Al cabo de pocos minutos de empezar, uno comprende por qué se trata de una película de animación: sería una barbaridad recrear esta historia con niños de carne y hueso.
Después de 15 años sin tener ningún tipo de contacto, dos compañeros de escuela (Jong-suk y Kyung-min) quedan para cenar y hablar de su pasado. Pero no hay nostalgia, no hay recuerdos dulces, no hay ternura. El pasado que rememoran sólo está cargado de amargura y dolor.
El mundo de su infancia era un mundo dividido en dos clases: los de arriba (los perros) y los de abajo (los cerdos). Depredadores y víctimas. Los ‘perros’ son niños de familias bien, cuyos padres ‘incentivan’ a los profesores para obtener un trato de favor, y por lo tanto tienen manga ancha para hacer lo que les venga en gana. Están organizados en una estricta jerarquía por edades, donde los niños de los cursos superiores controlan y utilizan a los inferiores. En lo más bajo de la escala trófica están los ‘cerdos’, son la escoria, los sumisos, los desposeídos, los indefensos. Como los dos protagonistas, Jong-suk y Kyung-min. Las cosas cambian el día en que llega a la escuela Chul.
Chul pertenece a los cerdos pero, a diferencia del resto de sus compañeros, no tiene miedo. No tiene miedo porque no tiene nada que perder. Desde el primer día en que pone sus pies en la escuela, se enfrenta a los perros de forma salvaje. No tardará en establecer amistad con los dos pobres protagonistas, que ven en él a un salvador, pero que no tardarán en tenerle miedo.
La historia transcurre paralelamente entre presente y pasado, sin dar cuartel. Es una historia dura contada de una forma implacable y delirante. Hay un cartel promocional de la película en el que la describen así: “Tan alegórica como El señor de las moscas“. Alegórica es casi un eufemismo. Creo que The king of pigs va mucho más allá que Lord of the Flies. Si William Golding levantara la cabeza, sentiría escalofríos.
Aquí el trailer surcoreano. Os recomiendo que no veáis ninguno en inglés, ya que tiene un mini-spoiler.
Hola!
Efectivamente!