A veces es difícil encontrar buenas historias basadas en hechos reales, no porque la historia no tenga interés, sino por el tratamiento de la misma. En esta ocasión, no es así. Creedme cuenta la historia de Marie Adler, pero también de muchas otras voces que no han sido nunca oídas, ni creídas. A Marie Adler la violaron, pero nadie la creyó, ni la policía, ni sus consejeros, ni su familia de acogida. No contentos con no creerla, le hicieron pasar un doble calvario acusándola de falso testimonio, hasta que años después se demostró que todo lo que había contado era verdad.
Esta es la historia de Marie Adler, una adolescente indefensa, y todo por lo que tuvo que pasar para ser creída, pero también la de estas dos mujeres policías cuyas investigaciones se cruzan y que ayudarán a que historias como la de Marie salgan a la luz. Hay un momento que uno de los personajes afirma: “Cuando te roban el coche o denuncias que han entrado en tu casa a robar, nadie lo pone en duda. Cuando una mujer dice que ha sido violada, sí”. Hay tanta verdad y tanto terror en esa afirmación que duele hasta las entrañas. Y este es un caso claro, otro más, de las injusticias que se comenten día a día contra las mujeres.
Afortunadamente, Creedme no se recrea en el morbo, al contrario, es un tema serio y se merece un tratamiento serio. Y lo tiene. Es el relato minucioso de lo que es una investigación policial, sus dificultades pero también sus triunfos. Es además, y muy importante, el relato de lo que es ser una víctima y lo cuenta de una forma totalmente respetuosa. Siempre es el punto de vista de la víctima, incluso cuando llevan la acción las policías protagonistas. La miniserie sigue dos líneas temporales. La primera en 2008, en la ciudad de Lynnwood, en el estado de Washington, una joven denuncia que ha sido violada en su propia casa. La segunda, en 2011, cuando dos detectives de ciudades cercanas del estado de Colorado investigan sendos casos de violación.
Gran parte de los numerosos aciertos de Creedme tienen que ver con sus actrices protagonistas que bordan sus papeles. Kaitlyn Dever interpreta a la indefensa Marie Adler. Su mirada triste y asustada lo dice todo, sus manos retorciéndose durante los interrogatorios, esa pierna nerviosa que no puede pararse. La impotencia y el dolor expresados a la perfección. Toni Collette es la detective Grace Rasmussen y Merritt Wever la detective Karen Duvall. Dos mujeres en apariencia totalmente opuestas pero con un objetivo común, cazar a un despiadado violador. Un guión cuidado, una puesta en escena meticulosa, una historia terrible pero brillantemente narrada, unas actrices excelsas. Creedme es una de las grandes series de este año. No dudéis en verla. Duele, pero es necesaria. Podéis verla en Netflix.
Sí, me impactó por el tratamiento del tema y por la gran actuación de las actrices. Collete es tan versátil como actriz, y lo sabía, pero no conocía tanto a Wever y ha sido una sorpresa agradable.
La vi porque la encontré recomendada en Culturaca y ahora que ya la terminé la serie y he leído tu crítica, Anabel Vélez, coincido con tu criterio. No sé si dejar la traducción original del título en inglés (Increíble) hubiera reflejado mejor el caso. Gracias por la recomendación. Ana B.
¡De nada! Es un must. Hay que verla, sí o sí.