En nuestra reciente visita a Vitoria para asistir al Azkena Rock Festival 2018, tuvimos el placer de descubrir a un artista multidisciplinar muy interesante. Una celebración de la música, los números circenses… y la cocina.
Así es el universo de The Yelling Kitchen Prince (De Gillende Keukenprins en holandés). Y efectivamente, tiene la elegancia de un príncipe, es todo un gritón y trabaja mayormente con una cocina.
Bueno, con matices. ¿Es una cocina? ¿Es un piano adjunto a una pedalera? ¿O es una batería improvisada? Es un poco de todo esto, y mucho más.
The Yelling Kitchen Prince ofrece un espectáculo de una media hora, en la que combina descaradamente estética rock and roll, música en directo y mucho humor. Este príncipe tan especial trabaja con recursos del clown, los malabares y el circo, con efectos espectaculares.
Estoy bastante seguro que no habéis visto antes a un intérprete capaz de crear loops de piano con un bastón, preparar creps flambeadísimas y tirarse huevos por encima sin perder la sonrisa.
El espectáculo tiene un ritmo frenético, y hasta que termina no te das cuenta de lo absurdo y maravilloso que es todo.
Si tenéis la ocasión de verlo en algún festival, no os lo perdáis. Es ideal tanto para niños como para adultos… Siempre y cuando no os acerquéis demasiado a su espacio de trabajo. The Yelling Kitchen Prince está que arde.
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