El nombre de la cosa (un homenaje cinéfilo a Umberto Eco)
I No pude evitar una sacudida en el estómago cuando Guillermo levantó el cobertor de aluminio, dejando expuesto antes mis ojos aquél cuadro grotesco conformado a base de detritus, casquería, material de construcción y cartones de coleccionables por entregas. Debajo del gato fondón de Botero, en plena Rambla del Raval, el afamado escritor Michel Houllebecq