La tele ha muerto, ¡viva el cine!
Hace unos años y a manera de chascarrillo cinéfilo y fustigador corría por ahí un video de David Lynch haciendo apología de la experiencia cinematográfica. Para ser más concretos: se cagaba en los muertos de quienes viesen sus películas en cualquier otro lugar que no fuese la reverenciada sala, encarados frente a la gran pantalla.