Sitges 2015 (I). ¿En verdad somos tan miserables?
Seamos sinceros: hay momentos en que es inevitable lamentarse de que el ser humano no esté en peligro de extinción. Siendo consciente de que generalizar tiene sus peligros ¬– y consecuencias–, como especie dejamos bastante que desear. Somos destructivos, capaces de perjudicar a cualquiera para conseguir el beneficio propio. Somos megalómanos y bipolares, tenemos constantemente