Sobre el cine desconcertante
Dos películas francesas recientes me han sumido en el desconcierto. La una para bien, la otra para mal. Basta con acudir al diccionario, porque cada una ilustra a la perfección las dos acepciones de la palabra “desconcierto”. ¿Dónde está mi cuerpo? (Jérémy Claplin, 2019) sería ese “estado de confusión o desorientación en que queda una