Mad Max 4. Sed mis testigos: el cine también es ruido y furia
Lo primero que puede y debe decirse de Mad Max: furia en la carretera es que maneja los contundentes argumentos del cine norteamericano más denostado de las últimas tres décadas; sí, ese mismo patrocinado por productores archimillonarios que disfrutan prendiéndole fuego a su dinero cuál falleros enloquecidos. Violencia a destajo, explosiones que elevan enormes hongos