El cine mudo y la fiebre del oro
No, no os voy a hablar del clásico de Charles Chaplin. Resulta que un encadenado y absorbente azar de cine silente en vena me ha llevado desde la sala grande de la Filmoteca de Barcelona al recóndito Yukón, esa región del Canadá donde a finales del siglo XIX demasiada gente creyó poder cambiar su suerte.