Lo mejor del año. Las listas más tontas
Vale, lo he vuelto a hacer. Me prometí a mi mismo que ya estaba bien, que debía madurar, que a fin de cuentas formaba parte de mis buenos propósitos de principios de año (exactamente desde 1993). Pero la carne es débil. Y de la vanidad de vanidades ya ni hablemos. Así que sí: hubo lista