Da gusto ver historias como la que cuenta Bad Reputation: A Joan Jett Documentary. Clara, directa y que sirve para reivindicar la figura de la que es, sin duda, una de las rockeras por excelencia de la historia del género. El rock no sería lo mismo sin Joan Jett. Y ya era hora que alguien se dignara a dedicarle un documental y contar su potente historia. La de una mujer hecha a sí misma, a pesar de los prejuicios y el machismo al que tuvo que enfrentarse constantemente. Ella es el rock. Podría decirse que es una rebelde, pero su historia va más allá. Joan Jett siempre hizo lo que quiso y para conseguirlo se dejó la piel. Y se la sigue dejando cada día sobre el escenario. En su música se entrega al 200% y en la vida también. Es este documental un repaso imprescindible a la carrera de esta artista, que servirá para que muchos descubran su verdadera dimensión. Fundadora de The Runaways, uno de los grupos más vilipendiados de la historia del rock, simplemente por ser mujeres. Joan Jett emprendió carrera en solitario tras la disolución de la banda, encontrando en Kenny Laguna al perfecto partner in crime. Pero Joan Jett es mucho más que cantante, guitarrista o compositora. Muchas veces se olvida el papel que ha tenido como productora de grupos de punk como The Germs o como ayudó al movimiento Riot Grrrl produciendo a Bikini Kill, por poner un ejemplo. O la labor que hizo con The Gits, tras el brutal asesinato de su cantante Mia Zapata. Este es un documental 100% Joan Jett, la artista se muestra tal y como es, si te gusta bien y sino, que te den. Esa es la actitud y eso, este documental consigue transmitirlo. A Joan Jett tendrían que hacerle un monumento a la perseverancia. La adoramos y con razón.
Iba yo muy contenta de poder ver el documental Here to be Heard: The Story of The Slits. Primero porque ya era hora que se hiciera justicia a una de las bandas más importantes del punk y que ha sido obviada durante décadas. Su disco Cut es uno de los grandes discos de la historia del género, sin duda. Y segundo por la interesante historia del grupo. Una historia que pedía un documental a gritos. Su director le ha puesto pasión, la ha dirigido, escrito y editado él mismo, casi siguiendo la ética del Do It Yourself del punk. Las intenciones eran buenas y está bien que este documental exista, porque mucha más gente debería conocer la historia de la banda.
Es un documental necesario pero que no acaba de ser redondo. Tiene todos los elementos para ser una película interesante, pero la forma en la que William E. Badgley lo ha montado, desmerece la historia. No queda claro quien nos la cuenta, aunque usa la figura de la bajista de la misma Tessa Pollitt y su álbum de recortes para recrearla. Podría ser la historia de Tessa, la de Viv, la de Palmolive o la de la lamentablemente fallecida Ari Up o la de todas ellas, pero no acaba de marcar el tono y eso hace que se pierda en generalidades y no profundice en la verdadera importancia de la banda. Porque esta banda no solo fue importante por lo que hizo, sino por lo mucho que influyó en muchas otras. Me faltan esas voces que las consideran las primeras riot grrrls.. Una historia deslavazada y a veces un poco caótica, como la banda misma, pero que precisamente por eso no le hace justicia. Me faltan historias, me falta profundizar más en el entorno de Ari Up y su relación con el punk gracias a las conexiones de su madre, aquí se liquida con apenas una frase. En los trauma que sufrió y que marcaron tanto su personalidad. En el desprecio que como banda sufrieron por el simple hecho de ser mujeres, algo que se menciona también como de pasada. En cómo fue la grabación de Cut, por ejemplo. O que profundizara en letras como la de “Typical Girls”. Tampoco creo que refleje lo realmente buenas que eran como banda. Aunque cabe destacar la cantidad de material gráfico en formato vídeo que aporta el documental. Se nota que ha tenido acceso de primera mano al mismo. Lástima que no haya sabido utilizarlo bien.
Rudeboy: The Story of Trojan Records por el contrario es un documental redondo. A medio camino entre el documental y la recreación cinematográfica, nos cuenta la historia del sello inglés de música jamaicana más famoso. El director Nicolas Jack Davies ha sabido hilar una historia, no solo con la voces de sus protagonistas, sino con actores que recrean los momentos clave de la misma. Gracias a este estilo narrativo, entendemos a la perfección porque los jóvenes británicos de clase obrera acabaron enamorándose perdidamente de los ritmos surgidos de la isla jamaicana.
Este documental nos cuenta la historia de un sello discográfico, pero también la de toda una generación de jóvenes jamaicanos que emigraron a Inglaterra para buscarse la vida y que encontraron en la música su salvación. Y ciertamente, nos hace notar el impresionante legado cultural que el sello ha dejado en el país inglés. La historia de la música inglesa no se entendería sin Trojan Records. Y todo esto nos lo cuenta a ritmo de música, de capítulos breves pero concisos, en los que no falta detalle. Reviviendo aquellos momentos que marcaron a toda una generación. Gente como Lee Perry y The Upsetters, Toots & The Maytals, Derrick Morgan, Bob & Marcia, pero también de las aquellos a los que la música dejó una huella imborrable y no sólo musicalmente hablando como Pauline Black. Esto no es una historia del reggae, es la historia de toda una generación. Desde los sound systems que organizaba Duke Reid el troyano en Kingston, los rude boys jamaicanos de los que hablaban sus canciones, las fiestas en las que los jóvenes inmigrantes hacían piña escuchando su música, los bailes con los skins blancos que devinieron en ska y mucho más. Rude boy: The story of Troyan Records además consigue lo que todo este tipo de documentales tendría que conseguir, que te entren ganas de escuchar todos y cada uno de los discos que Troyan editaron.
El passat és un error es el documental que Vicenç Ferreres ha dedicado a la banda barcelonesa Pentina’t Lula. Luchadoras natas, músicos experimentadas que han vivido la música desde varias facetas de la misma, tocando, enseñando música, acompañando a otros músicos, este trío de mujeres del underground underground barcelonés lucha cada día por su música, por sus ideales y lo hace con unas buenas dosis de punk, new wave, reivindicación y humor. Cuando te has pasado años y años estudiando a lo clásico pero el cuerpo te pide gritar hasta quedarte afónica, expresarte libremente sin seguir una partitura constreñida y asfixiante que no te deja tocar como lo sientes, nace Pentina’t Lula con sus letras reivindicativas y su ética del Do It Yourself. Participan en el sello Repetidor, una cooperativa. El documental sigue a las hermanas Anna y Laia Pantinat y a Lula Thomas, el trío protagonista en su día a día. Uno en el que lo musical y no musical no están separados, en el que la vida es música y viceversa. Porque son mujeres que gritan con rabia, que cantan contra la opresión machista y el sexismo, contra las injusticias y contra lo que les da la gana, porque de eso se trata, se ser una misma, de seguir tu camino y expresarte libremente y eso Pentina’t Lula lo hacen con creces. El documental nos invita a seguirlas durante unos meses de su vida, a descubrir que es ser una banda underground en Barcelona, a que significa ser mujer y músico, a disfrutar de la música y de la creación. Como dice el título, el pasado es un error, uno que nos marca un camino que nosotros si queremos podemos cambiar.
Las tiendas de discos son un refugio. Uno en el que se crean maravillas como Wax Trax Records. Este documental nos explica como nació el sello, desde aquella pequeña tienda en Denver que se trasladó a Chicago, hasta el auge del sello que creo el sonido industrial del que bandas como NIN beberían años después. Julia Nash es la directora. Hija de uno de los dueños, Jim Nash. Nash abrió la tienda con su pareja sentimental Dannie Flesher. Ambos fallecieron, víctimas del sida, son las dos voces que faltan en este relato, reviven a partir de sus amigos, familiares y empleados de la tienda y el sello, que recuerdan como ambos crearon a base de tesón y pasión por la música en sello que publicó a bandas como Ministry, Front 242, Revolting Cocks, My Life With The Thrill Kill Kult o Front Line Assembly. Es difícil mantener la objetividad cuando hablas sobre tu padre, pero es este un relato respetuoso de una hija hacia la pasión que su padre y su pareja, su otro padre como ella le llama, dedicaron a la música y al sello que crearon de la nada. Y como lograron triunfar hasta que se les fue de las manos y acabaron en bancarrota. Aunque la descubramos a manos de terceros y no de sus protagonista, sirve para descubrirnos pues la historia de cómo nació Wax Trax y de lo que significó. Si no la conocías, es un buen comienzo. Ahora solo tienes que ponerte a escarbar en su ingente discografía.
Apolo. La juventud baila de Marc Crehuet es un falso documental que nos muestra los 75 años de historia de la mítica sala barcelones en clave de humor y a través de sus protagonistas, la gente que en los 90s reventaba la pista a fuerza de bailoteos un día sí y otro también. No esperéis el típico documental sobre la historia de la sala, esto es ficción pura y dura, pero con un poco de realidad para aderezarlo. Divertida y entretenida, dura 49 minutos, se ve en un suspiro. Retrato de una generación en la cuarentena que ha perdido la juventud, que no sabe muy bien como recuperar el brío que vivió en la sala, sus noches locas, su educación sentimental. La ficción se alterna con los típicos bustos parlantes de expertos y personas que vivieron la historia de la sala desde dentro como djs, periodistas, etc,…se echa en falta más presencia femenina entre tanto experto.