Ferran Pontón de Egon Soda: “Rajoy es un excelente perro faldero”

El guitarrista y letrista de la banda catalana asegura que el nuevo disco llegará “a mediados de 2015” y contará con la colaboración de Enric Montefusco (Standstill) y Martí Perarnau (Mucho)

“Haz lo que te pidan nunca lo que te digan”. Con esta frase se cierra “Nueva Internacional”, una canción compuesta por Ferrán Pontón, guitarrista y letrista de Egon Soda, para el último álbum del conjunto barcelonés. Pop rock contestatario en consonancia con lo predicado por Nacho Vegas en su último álbum. Un golpe en la mesa. El grupo, compuesto por Ricky Falkner (Standstill), Xavier Molero (Zahara, Cristina Rosenvinge), Ferran Pontón, Pablo Garrido (The New Raemon), Charlie Bautista (Jero Romero) y Ricky Lavado (Standstill), se ha convertido en una de las mejores bandas que ha parido la escena indie nacional, tanto por su sonido como por su mensaje. Este sábado muchos de los aficionados a Egon Soda disfrutaron de su directo en la Sala Bikini, donde también actuaron León Benavente.

¿Cómo aguanta uno en la industria musical española sin terminar hasta las narices?

Tienes que intentar mantenerte y trabajar en todos los proyectos que se te pongan a tiro. Yo no vivo de la música. En el caso de Falkner o Molero sí. Mejor o peor, con muchas privaciones, pero luego éstas se compensan porque hacen lo que les apetece.

¿A qué te dedicas cuando no estás dando bolos con el grupo o componiendo canciones?

Tengo una librería (Celler de Llibres) y una editorial (Pasado y presente) que me roban mucho tiempo al día. También tengo un hijo maravilloso que me roba menos tiempo del que desearía. Y además tengo que sacar tiempo para hacer canciones, aunque al final lo terminas sacando de debajo de las piedras. No puedo hacer lo que Joan Miquel Oliver, que se va a una oficina a escribir letras hasta las ocho de la tarde, porque yo tengo que hacer otras cosas.

Pero tus letras se ven impregnadas por esa vida, ¿no?

Sí, claro. La suerte que tengo es que me rodeo de músicos excelentes: Ricky Falkner, Pablo Garrido, Xavier Molero, Charlie Bautista y Ricky Lavado.

A Xavier y a Ricky ya los conocías desde la infancia. Eso es algo que juega a vuestro favor.

Nos conocemos desde los doce años. Está claro que eso influye.

¿Entonces por qué no ha terminado de “funcionar” el grupo?

Lo hemos intentando algunas veces. Supongo que no lo hemos sabido hacer. Es como cuando tienes una relación sentimental con alguien que no se puede definir. Nosotros estamos bien así, eh.

Digamos que para vosotros es como una amante. 

Sí, la queremos mucho (risas). Desde el punto de vista de mi mujer te puedo asegurar que es así. Llevamos muchos años tocando y profesionalizándonos, pero eso no significa que la banda se vaya a convertir en tu principal fuente de ingresos, puesto que no depende únicamente de tu voluntad.

Corren malos tiempos: subida del IVA cultural, caída en picado de las ventas de cedés, crisis…

La situación es jodida para los músicos pero también para todos los trabajadores. Yo tengo la suerte de que hablo con mis colegas y están dispuestos a tocar. No hay problemas de agenda. Hay que ir buscándose la vida… Los artistas tienen que hacer malabares para sobrevivir. Es el caso de Xavier Molero. Él ha llegado a tocar con 12 o 13 bandas. Si no tú me dirás de qué vive.

¿El hecho de no haber encontrado discográfica hasta después de grabarlo ha influido en el resultado final del compacto?

Sí, claro. Nosotros tuvimos libertad absoluta y cero fechas límite para entregarlo. Menos mal que apareció Naive al final, eso sí.

¿Qué opinas sobre el micromecenazgo como vía alternativa de financiación?

Gracias a esta iniciativa se editan discos personalizados para gente que demanda un producto especializado. Y así de paso se cultiva el coleccionismo, una práctica que se está perdiendo.

Vosotros lo reivindicáis en este último álbum. Son 20 canciones.

Sí, con este trabajo queríamos reivindicar que los discos se tienen que escuchar. Al igual que dedicas tu tiempo a ver una película en el cine o a leerte un libro, a la hora de escuchar un cedé es igual.  Son muchas horas, mucha intensidad emocional, mucho curro el que uno se deja haciendo un trabajo nuevo. Así que lo justo es que la persona le preste más de 30 segundos de su vida. Yo espero que la gente se canse poco a poco del cambio de formato y reivindique la ‘escucha lenta’.

¿Cómo se fraguó El hambre, el enfado y la respuesta?

Es muy autorreferencial. Nos veíamos poco, tocábamos menos y eso produjo una cierta frustración al no poder dar rienda suelta a lo que íbamos trabajando. También tiene que ver con la situación actual en la que vivimos. El enfado es bastante evidente en la calle o en cualquier ciudad… Nosotros pensamos que ha llegado el momento de dar una respuesta, una respuesta que tenemos que dar todos y cada uno de nosotros.

Atrás quedan canciones como “Tokio” o “Victoria o nada” para dar paso a una producción más abierta al público.

Como es un disco grabado en directo tiene la frescura que no quisimos sacrificar en pos de una producción demasiado elaborada. También te digo que nos hemos exigido más a nosotros como músicos y hemos dejado a un lado las máquinas, que a veces cambian el sonido o arreglan determinadas cosas en un álbum.

¿Por qué ha sido un trabajo con tantos matices? 

Ha influido el hecho de tener tanto tiempo, ya que te permite experimentar y abrir la paleta musical… Al ser un disco doble no teníamos que definirlo tanto como si fuera uno de siete u ocho temas.

¿A quién derribarías a cañonazos? Muchos se lo pregunta desde que escucharon el primer single del disco.

Cada uno de nosotros tiene que aportar su respuesta y crear un universo que se vaya sumando al del universo de al lado. Un universo en el que se permita cuanto menos reclamar lo básico,  que se nos está negando, como es la comida, el trabajo y la casa.

¿Entonces qué opinas sobre las políticas impuestas por Rajoy en materia de educación, sanidad, etc.?

¿Tú qué crees? Rajoy hace lo que se le dice, es un perro faldero excelente y hace el trabajo como otros muchos presidentes europeos. Rajoy no es mucho peor que ellos.

¿Piensas que el pop actual está respondiendo ante esta situación de crisis generalizada?

Rosendo sigue haciendo un trabajo muy remarcable, por ejemplo. Hay mucha gente que sigue llamando a las cosas por su nombre y creo que cada vez hay más. Tocamos este sábado con León Benavente, el cual compone piezas impregnadas de esa necesidad de cambio tan urgente en este país. También resaltaría el último trabajo de Nacho Vegas. Aún así, lo más importante es que la gente lo está demostrando en la calle. Nosotros tenemos nuestro propio ‘fregao’ aquí.

¿Te consideras independentista?

Sí, pero más allá de esa cuestión, te das cuenta de que la política está volviendo a la calle o es posible que vuelva a la calle. Aunque la secuestren los partidos políticos o las multinacionales.