Diana Matos, doctora especialista en medicina de emergencias es la persona que está detrás de Dr. Didi. Cuando no tiene la bata puesta y atiende a sus pacientes, se desvive por la música. En el pasado militó en bandas de punk como Alias La gringa y Perra Vida. El fruto de estas inquietudes musicales es su primer disco como solista, Recetario de Urgencias, ahora publica su segundo trabajo, Unidad de terapia intensiva. Lo podéis escuchar aquí. Hablamos con ella sobre su nuevo disco y de su traslado a Barcelona desde su Arequipa natal.
¿Cuál es tu primer recuerdo musical?
Las canciones que me cantaba mi madre para arrullarme.
¿Cuándo fue el momento que tuviste claro que querías dedicarte a la música? ¿Y cómo lo has compaginado con tu profesión de doctora?
A mis 15 años ya intentaba formar una banda de rock. Mi profesión de doctora me dio el dinero y la independencia para poder comprar instrumentos, pagar ensayos, pagar discos, etc. Además, que ambas actividades se complementan, si estoy muy estresada física o emocionalmente por lo que ocurre día a día en un hospital, hago música y canalizo toda esa energía acumulada. Tocar en vivo es también un gran acto de catarsis, una de las mejores sensaciones del mundo. Y, por el contrario, si me encuentro frustrada por que no estoy tocando en vivo o la inspiración no llega para sacar nuevo material, trabajar como doctora en un hospital me recuerda que mi vida tiene un sentido y un propósito, servir al prójimo es un cable a tierra, exorciza el ego, me trae una sensación de paz y gratitud por solo el hecho de estar viva y sana.
Ahora vives en Barcelona. ¿Por qué decidiste mudarte a Barcelona y ha cambiado en algo tu aproximación a la música vivir aquí?
Decidí mudarme porque necesitaba un cambio de ambiente, sentía que necesitaba crecer tanto en la medicina como en la música, quería seguir estudiando y tuve mucha suerte un buen día que recibí la llamada de un amigo ofreciéndome un contrato en un hospital en Barcelona, no pude decir que no, así que lo dejé todo y empecé nuevamente de cero aquí.
Mi aproximación ahora es enorme, voy a conciertos por lo menos una vez por semana y he escuchado bandas en vivo que nunca hubiese imaginado ver.
¿Qué diferencia ves entre el público y las escenas musicales de tu país natal y lo que has visto aquí en España?
Aquí llegan bandas de todo el mundo a diario, Barcelona es un punto fijo en los tours internacionales. Al Perú no llegan muchas bandas, sobre todo nuevas, allá apelan mucho a la melancolía y nostalgia del pasado, se aseguran con artistas muy conocidos y antiguos. En cuanto al publico encuentro mucho mas respeto por el espacio personal, no hay tantas cámaras grabando todo el concierto y sobre todo me encanta que exista el punto morado, donde puedes acudir si has sido agredida o te sientes insegura. En el Perú siempre tengo que estar alerta a que no me roben, no me aplasten o me toquen el culo.
Cuéntanos un poco cuales fueron tus primeras experiencias musicales en grupos como Alias la gringa o Perra Vida y, ¿por qué decidiste lanzarte en solitario?
Alias la gringa es mi primera banda y somos todas chicas. Cuando empezamos teníamos poca experiencia musical, pero muchas ganas de tocar, y es por ello que está cargada de desenfreno, locura, honestidad y espontaneidad. En su momento nos gritaban mucho el “toca bien” o “aprende a tocar”, ahora 10 años después dicen que somos una banda “referente” en mi ciudad, Arequipa, lo cual me parece muy gracioso e irónico. Yo disfruto mucho tocando con ellas, son además de mi banda mis mejores amigas.
Perra vida es mi segunda banda, surgió cuando me mudé de Arequipa a Lima, con dos amigos de la “escena musical” y con ellos aprendí que con disciplina y mucha práctica se logran grandes canciones. Dejamos de tocar por una pelea tonta y luego vino la pandemia. Ahora hemos decidido tocar una vez al año cuando yo vaya a Perú, pero por la distancia se nos hace muy difícil hacer canciones nuevas.
Decidí ser solista porque llevar una banda es difícil, las decisiones dependen de todos los integrantes y cada uno tiene un plan de vida diferente, entonces con el tiempo esa relación lamentablemente termina acabando. Cada uno tiene sus tiempos, sueños, expectativas y se generan conflictos y desacuerdos. Estando sola puedo ir a mi propio ritmo.
¿Es muy diferente cuando compones para tus proyectos en solitario y cuando lo haces como integrante de un grupo?
Sí, cuando estás en una banda el proceso es alquimia pura, me gusta mucho cuando todos armonizamos y hay una sensación de magia en el ambiente, me gusta crear melodías a partir del ritmo de la batería y el bajo, por ejemplo. Cuando compongo sola tengo que pensar en todo, primero empiezo con la guitarra luego la letra y la melodía vocal y en cuanto bajos, baterías o arreglos contrato a un o una productora musical.
Tu primer disco se llamaba Recetario de Urgencias y este segundo disco Unidad de terapia intensiva. ¿Por qué y cómo influye tu profesión como doctora especialista en medicina de emergencias en tu música?
Trato de incorporar mi vida diaria de hospital a mis proyectos artísticos, todos los días en el trabajo hago recetas y las canciones que hago, las letras en general, hablan mucho de amor propio, de mis técnicas para superar los problemas cotidianos que van surgiendo, y doy una serie de consejos de supervivencia para quien me escuche y para mí misma, que son a su vez recetas ya no tanto químicas o físicas sino espirituales.
Y lo mismo con el segundo disco, hay muchas letras que hablan de cómo yo me hago una “terapia intensiva” a mí misma y lo muestro para que a quien escuche, pueda servirle también de ayuda. Así mismo al ser yo emergencióloga, diariamente me enfrento a pacientes con enfermedades que necesitan mucho cuidado, decisiones rápidas y “terapias intensivas”.
¿Cómo fue el proceso de grabación de Unidad de terapia intensiva? ¿Muy diferente de tu anterior disco?
Sí, empecé con canciones sueltas, primero saqué un single: “Amor de supermercado” (que finalmente no entró al disco porque me gustó que quede sola como una estrella fugaz)
Luego seguí con “Zafiro sensual” que se grabó en vivo en el estudio de Alonso Bentín, en Lima Perú, y también se encargo de producirlo.
Para ese entonces tenía muchas más canciones en mente que empecé a hacerlas maqueta con una amiga productora en su casa. Al ver que todas me gustaban y tenían potencial decidí empezar el disco y grabar todo en vivo con ayuda de amigas y amigos músicos. En medio de ese proceso fue cuando surgió lo de mudarme a Barcelona así que no pude terminarlo en Perú. Aquí aterricé primero en Vilafranca del Penedés donde hice grandes amistades, algunos de ellos músicos también que me avisaron que en el pueblo había un buen estudio de música, el del Trasho de los Inadaptats, y ahí terminé de grabarlo. De hecho, él me ayudó mucho con el entrenamiento vocal e ideas para las segundas voces, me gusta mucho porque gracias a él, que me dio ideas de entonaciones diferentes, yo siento a Catalunya en este disco. Dennis García se encargó de la producción desde Perú, la mezcla y masterización también se hicieron allá.
¿En qué te inspiras a la hora de componer tus canciones?
En mi vida diaria, en las cosas que me hacen rabiar, sonreír, en lo que me duele, indigna y también en lo que me cura y me da fuerzas para seguir.
¿Cuáles son tus referentes musicales? ¿Aquellos grupos o artistas que han influido en tu música?
Tengo heroínas musicales como Patti Smith, Debbie Harry, y Kattleen Hanna. Son mis modelos a seguir, y no solo por su música sino por su activismo político y filosofía de vida.
¿Cómo trasladas tus canciones al directo? ¿Tienes una banda aquí en Barcelona con la que poder tocar?
Estoy en ello, en Perú tenia una banda con tres amigas músicas para la puesta en vivo de Dr. DiDi, ahora que recién aterricé estoy en búsqueda de ello, no es tan fácil como pagarles a músicos profesionales y tocar, tiene que haber química y además les tiene que gustar, si no en vivo las canciones no brillan. La química se siente mucho en una banda. Espero que solo sea cuestión de tiempo, tengo muchas ganas de tocar en vivo.
¿Ves más dificultades aquí para dar a conocer tu faceta como cantante y compositora?
Sí, pero porque no conozco “a la escena” ni me conocen a mí, y también porque no tengo banda. Toqué una vez en el Nevermind del gótico, pero solo yo con mi guitarra, y no me gusta mucho ese formato, siento que las canciones no pueden brillar como lo haría con una banda completa.
¿Cómo ha recibido el público tu disco? ¿Has actuado ya en directo presentando las canciones nuevas?
Bastante bien, tengo agradables comentarios de amigos y reseñas de medios musicales de Perú que respeto mucho.
Aun no puedo tocarlo en vivo, y eso me tiene un poco frustrada. Siento que si no lo toco no es real, y además la única forma de darme a conocer es tocando.
¿Cuáles son tus planes de futuro en lo musical y tienes conciertos previsto para que se puedan escuchar tus canciones en directo?
Mi plan ahora es armar la banda para tocar mi música en vivo y también estaría dispuesta a hacer una nueva banda o proyecto si es que surge de esa manera.
¿Cómo ves la situación de la mujer en el rock y el punk en tu país? ¿Notas diferencias aquí?
En Perú no consideran casi nunca al rock femenino dentro de los carteles de conciertos, hace tiempo que estamos luchando por la cuota femenina en los festivales y lo que hacen para “solucionarlo” es poner cantautoras de otros géneros diferentes al rock o a DJs como los actos iniciales del evento, y nunca como artistas principales.
En los últimos años se están organizado colectivos para hacer conciertos entre nosotras, yo formo parte de uno llamado Enrockeradas, nosotras auto gestionamos el evento, hacemos una convocatoria de bandas de rock de chicas o que tengan integrantes femeninas y hacemos un evento dos veces al año, para el 8 de marzo y 25 de noviembre. Y cuando no hacemos conciertos hacemos entrevistas online para difundir las bandas y su música.
Aquí veo que hay muchos más festivales que no solo incluyen a bandas de rock y punk femeninas, sino que además las ponen de artistas principales como el Primavera Sound. Este año por ejemplo estuvo Gel, Mannequin Pussy, Bikini Kill, Pj Harvey, Amyl and the Sniffers. Además, me encanta lo de los puntos morados como ya lo había mencionado antes.
En el Perú la cultura es lamentablemente machista y también hay mucho acoso dentro de los conciertos y festivales.