Redd Kross, The bubblegum factory
No falla. Pasa con todas -o casi todas- las bandas norteamericanas de rock de clase media. Les cuesta mogollón venir a España a tocar, pero una vez lo han probado, dejan de lado las reticencias económicas habituales (el miedo a palmar pasta, vamos) y entran en una especie de gira-de-nunca-acabar (como las de Bob