Noche de banjos en el Auditori. Abigail Washburn y Béla Fleck han hecho un disco delicioso que venían a presentar en directo dentro de la programación del Festival de Jazz de Barcelona. Su música desde luego no es jazz, pero poco importa. Old time, música de los Apalaches, sonidos de la lejana China, todo eso y mucho más pudimos escuchar durante su concierto.
La pareja se sentaba rodeada de banjos. Cada uno en su estilo diferente. Béla Fleck más en la tradición de Earl Scrubbs, más innovador y tocando con púas. Abigail Washburn toca a la manera clásica con un banjo heredero de la tradición de esclavos negros venidos de África, seguidora ferviente del estilo de tocar de Doc Watson. Mientras tocan ambos, se siente el amor en su música y en sus miradas. Los banjos se complementan el uno al otro y la preciosa voz de Abigail llena el vacío del aire que nos rodea.
Arrancó la noche con “Railroad”, repasaron gran parte de su trabajo conjunto. El segundo tema fue “Banjo Banjo”, una instrumental. Le siguió “Banjo Picking Girl”, un tema originario de un grupo formado integramente por mujeres, las Coon Creek Girls, que tocaban en los años 30. Volvían a sus propios temas con “Ride to U” para luego deleitarnos con una canción tradicional China que Abigail aprendió durante los años que vivió en el país oriental, “Taiyang”. Hace 18 años que viaja allí, lo demostró con un fluido chino que sorprendía al público. Seguidamente, se levantaba de su silla Abigail para cantarnos a capella un tema reivindicativo de una mujer, Sarah Ogan Gunning, que luchaba por los derechos de los mineros, “Come All Yout Coal Miners”. Las mujeres protagonistas.
El único momento de flojo de concierto fue cuando Béla Fleck nos ofreció un breve fragmento de su concerto para banjo. El Old time se le da mejor. Recuperaban el ritmo con “ Nobody’s Fault But Me” y una versión de un tema de los Flecktones “New South Africa”, demostrando las raíces certeras del banjo en tierras africanas.
En los días malos Abigail se empapa de murder ballads pero lo cierto es que en todos estos temas, la mujer siempre acaba muriendo: apuñalada en un ojo, colgada de un árbol, asesinada por su pareja,…así que Abigail Washburn decidió escribir una canción en la que la historia cambiase para bien de la mujer, “Shotgun Blues”, un tema rítmico y efectivo. No faltó un medley de clásicos del banjo y otro solo, esta vez, al banjolele de Béla. Mejor que su momento concerto. No podía faltar un homenaje a Doc Watson con la canción “Am I born to die?”. Y “Divine Bell” un tema de la propia Abigail en solitario nos hacía corear la canción y se marcaba un clogging y hoedown estilo Apalaches.
Volvían con un gospel, el favorito de la abuela de Abigail, June (el hijo de la pareja se llama Juno en recuerdo a ella). Una delicada y emotiva despedida con “His Eyes is on the Sparrow”. Fue un buen concierto, quizás no un concierto memorable pero si un concierto en el que disfrutar del sonido de ese gran instrumento que es el banjo, la maestría de Béla Fleck y acompañado de la delicada voz de Abigail Washburn.
Foto: Jordi Vidal